La Hija de Cross || Vampire Knight Y Tu

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Aido

Takuma: Asi que esa era la hija del director... ¡Es tan linda! -Comentó con cierta  alegría-.

Aido: Que rápido cambias de humor, Ichijo -respondí suspirando mientras recargaba mi cabeza en mi mano derecha- En un momento estabas serio y luego cambiaste a uno feliz.

Takuma: Es que me parece  interesante que Cross tenga una hija y ¡Tan bonita!

Shiki: Takuma, tranquilizate es solo una humana común y corriente.

Akatsuki: Es verdad, que solo sea hija de Kaien no significa nada.

Estos hablaron serios tratando de entender porque el rubio armaba tanto alboroto por una humana.

Ruka: No creo que sea hija de Cross. -agregó entrando a la sala junto con Rima.- No le veo nada sorprendente  para ser hija del famoso caza vampiros.

Rima: Estoy de acuerdo. -se sentó al lado de Senri.

Aido: Tal vez es una estafadora pero estoy de acuerdo con Takuma -confesé.

Akatsuki: Oigan no empiecen  a traer problemas par de rubios sin control.

Aido:¿Yo? -respondí ofendido haciendome el inocente- ¿Acaso es ilegal mirar a jóvenes muchachas hermosas? -dramaticé.

Takuma rió y Akatsuki suspiró  derrotado.

Miré serio por la ventana, admirando la academia y viendola pared que dividía ambas clases junto con el cielo y algunos árboles.

Aido: De igual forma hay algo que me llama la atención de ella. -Pude sentir como me miraban con atención- Y pienso descubrirlo.

Ruka: ¡Ka-Kaname-sama! -habló  con emoción, rápidamente me di la vuelta mirando a este.

Kaname: Concuerdo contigo, Aido. -me miró serio y se detuvo unos segundos, luego volvió  a hablar- Como sabrán, hay una muchacha  en la academia diciendo ser hija del director. Ya todos saben la noticia y estan causando un gran alboroto. No causen problemas.

Shiki: ¿Kaname-sama?

Kaname: Algo tiene, Cross. Pienso descubrirlo y necesito de su ayuda.

Pidió serio mirandonos, rápidamente  los ojos de todos los presentes se volvieron rojos y todos pronunciamos a coro: Sí, Kanama-sama.

Akane

Recordé a los vampiros de la clase Nocturna.
Todos eran demasiado apuestos malditamente apuestos.

Zero: Alejate de ellos. -ordenó severo sin mirarme-.

Estabamos en la clase de Historia y nuevamente me senté junto a él.

Akane: ¿Quién eres tú para decirme que hacer y no? ¡Ah! Y ademas ahora me hablas, asombroso -respondí  seca y algo irritada por su comportamiento.

Zero: Tch. Haz lo que te digo, tonta.

Akane: ¿Tonta? -repetí incrédula- Te voy a m-

Profesor: ¡Akane Cross! ¡¿Esta prestando usted atención?! ¡¿Mi clase la aburre?!

Pude escuchar como Zero aguantaba la carcajada y lo miré seria tapándose con sus manos su boca para no reír.
Me paré de mi asiento mirando al hombre de tez morena y cabellos rojizos.

Akane: ¡N-No! ¡Claro que no! ¡Lo sien-

Profesor: ¡Como castigo te quedarás  después de clases y me acompañaras a llevar los libros a mi otra clase!

Akane: ¡Pe-Pero prof-

Profesor: ¡Sin peros! ¿Quieres quedarte dos semanas después  de clases?

Akane: ¡No! ¡Perdón!

Chasqueo la lengua y se dio vuelta para escribir algo en en el pizarrón.

Seguí escuchando la risa de Zero, más  bien hacia un gran esfuerzo tratando de no soltar la carcajada.

Akane: ¿Quieres callarte? Por tú culpa estoy castigada maldito hijo de...- Susurré enfadada. Pero por otro lado me alegraba escucharle reír.

Zero: Lo siento, es que -rió suave calmandose- eres tan tonta.

Akane: Tch. -Miré para otro lado bruscamente ignorandolo-.

...

Me encontraba detrás del profesor dirigiéndome a la clase Nocturna cargando sus libros. Como castigo debería llevar todos los libros y después devolverlos en la libreria.  En pocas palabras perdería mi turno de patrullar. ¡Era una maldita vigilante, no una mula de carga!

Suspiré cansada.

Profesor: Nada de suspiros, te lo mereces. En cuanto terminemos de usar los libros podrás irte libremente. No tienes que quedarte al final de la clase.

Akane: Lo sé... Perdón, profesor.

Este se encogió de hombros mirándome dulcemente.

Profesor: Que sea la última vez. -dijo serio antes de abrirme la puerta y darme paso a entrar al salón de clases-.

Pude ver todos esos malditos ojos rojos mirándome con demasiada atención.

Profesor: Bien. Empecemos la clase. -Me señaló- Esta chica de aquí se encargará de repartir y luego devolver los libros a la librería.

Me miró y me señaló con su cabeza que empiece a repartir.

Tragué duro y empecé a caminar banco por banco dejando los libros algo nerviosa.

Volví al lado del profesor y me quedé  en una esquina, mejor dicho en la esquina del pizarrón tratando de pasar desapercibida y no llamar tanto la atención. Maldito Zero.

◇◇◇◇
Hola y adiós.