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Akane

Gracias  al cielo que hoy es sábado.

Pensaba salir fuera de la escuela para disfrutar  un poco todo y descubrir cosas nuevas de por aquí, antes de ir a los dormitorios  de la clase nocturna.

Habia quedado en ayudar a Rima ayer en la noche  pero habian clases... Así  que lo cambiamos para hoy.

Me miré  una vez más  en el espejo y arreglé  la pollera y salí  del dormitorio.

Gou: ¿Akane? -me di la vuelta viendolo- ¿A donde vas?

Akane: Al pueblo -señalé  la salida-, ¿Por qué?

Gou: Oh, por nada.  Simple  curiosidad.  ¡Cuidate!

Miré  extrañada como se iba sospechosamente pero no le di importancia me encogí  de hombros y me marché.

Que suerte que me puse  una campera, habia algo de viento y eso me daba frío.
Caminé  despreocupadamente por los pasillos de la academia Cross, mirando algunos alumnos  hablando por teléfono, otros en el pasto o en el pasillo hablando entre sí  con su ropa informal. Nada inusual.

Y evitando o ignorando las miradas asesinas de algunas chicas y por parte los chicos, sus miradas deseosas enamoradas sobre mí.

Digamos que era algo... Popular.

Kaien: ¿Sales? -su repentina aparición  me sorprendió-.

Akane: Sí, iré  a pasear.

Kaien: ¡Sin tu padre!

Rodé  los ojos ante su actuación  dolida y lo ignoré saliendo del establecimiento.

Kaien: ¡Akane! -lo miré- ¡Cuidate!

Asentí  sonriente y salí directo al pueblo.

...

Akane: Gracias. Que tenga un buen día.

Agradecí  a la señora que me vendió  amablemente  un dulce delicioso.

Esta asintió feliz.

Seguí  caminando observando los locales y puestos de la gente  mientras comía  el delicioso  pastel de aquella señora. ¡Sí  que estaba bueno!

A lo lejos vi una cabellera de color caoba.
Sonreí  acercandome a él  que miraba atento unos dulces de chocolate.

Akane: Deme dos de esos, por favor. -pedí  amable mientras señalaba los chocolates-.

Shiki: Akane. -le dediqué  una sonrisa- ¿Que haces por aquí?

Akane: Gracias señor, que tenga un bonito día.

Le agradecí  y pagué este gustosamente lo aceptó  y me devolvió  el gesto.

Akane: ¿Vamos? -incité a que camine junto a mi-.

Este me miró  unos segundos pero al fin aceptó siguiendome el paso.

Akane: Ten -extendí el dulce para él, pero me miraba confundido-. Los compré  para ti, tontito -dije obvia, aceptó-. Respondiendo a tu pregunta... Vine a pasear, nada más  simple  que eso. ¿Tú?

Shiki: Estan buenos... -comentó  mientras volvía  a comer el chocolate- Vine porque tenia algo pendiente.

Akane: Oh, ya veo... ¿Interrumpo?

Shiki: Descuida. Tengo tiempo.

Akane: Genial, no te robaré mucho tiempo, lo prometo.

Shiki: ¿Que quieres hacer?

Akane: Las cosas improvisadas salen mucho  mejor y se disfrutan más que las cosas previamente arregladas -le guiñé  un ojo y me adelanté  riendo traviesa-.

Shiki: Puede que tengas razón.

Akane: ¡La tengo! -alzé la voz al alejarme un poco de él- ¡Sigueme! ¡Apurate!

Corrí obligando al vampiro seguirme el paso.

...

Shiki: Es lindo.

Akane: ¡¿Es lindo?! -dije incrédula- ¡Te muestro  un paisaje increíble y me dices "Es lindo"?!

Este largó  una pequeña risita, eso de alguna forma me alivió. Pude ver esa faceta despreocupada y tierna en vez de la otra siempre  seria.

Akane: Es lindo escuchar, aunque sea un segundo, tu risa.

Su mirada fija se encontraba en mí, como si intentara descubrir si mentía  o algo.

Negó  sueve divertido.

Shiki: Debo irme - se levantó  y se fue pero paró  un momento  para mirarme de reojo y advertirme-. Akane, ten cuidado.

Frunci el ceño sin entender su advertencia pero cuando quise responder el ya habia desaparecido.

Bufé.

¿Por que los vampiros desaparecen y aparecen  de la nada?

Volví  mi vista al paisaje, era una especie de edificio  abandonado y destruido  pero se podía  ver todo el pueblo y tenia una vista maravillosa en el atardec-¡No!

¡Se me hizo tarde¡

Abrí  mis ojos y me levanté  apresurada  corriendo hacia la academia.

¡Rima, perdoname!

•••
¡Hola y adiós!

Empezaron las clases eso quiere decir... ¡Actualizaciones lentas!
Que choto :(


La Hija de Cross || Vampire Knight Y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora