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Akane

Zero: Al fin llegaste -comentó  al verme-.

Akane: Lo siento... Me quedé  disfrutando del agua caliente -reí  nerviosa-  ¿Ah? ¿Y yuki?

Busqué  con la mirada a la castaña  pero no la encontraba en ningun lado, incluso bajé  hasta las piernas de Zero y busqué  viendo a través de estas  provocando  algo de vergüenza  y molestia al peliplateado.

Zero: ¡O-Oe! -me quitó  bruscamente- Tsk.

Sonreí mirándolo.

Akane: Lo siento.

Zero: Que molestia -suspiró cerrando sus ojos y luego volvió  a abrirlos para mirarme-. Se sentía  mal, Yuki se disculpó  y se fue.

Akane: Oh... Hace días  la veo diferente... -me encogí  de hombros y hablé  alegre- Como sea. ¡Seremos tú  y y-

Zero: Solo tú.  -dijo marchándose  dandome la espalda y despidiéndose sin mirarme con su mano-.

E-Eh... Zero.

Miré  incrédula  a éste  y caí  al pasto maldiciendolo.

Podriamos hacer vigilancia juntos pero no. ¡Estúpido Kiryuu!

Suspire y me levanté cansada.

Solo queria  llegar y devorar esos chocolates  y descansar... ¡Ser vigilante es lo peor! Ni siquiera alcanzo a dormir como me gustaria... unas ¿1p horitas? ¿12 como mucho? ¡Ah! Que injusticia.

Akane: Mooo~ -me quejé-.

Takuma: ¿Ara? ¿Que sucede pequeña Cross? -la voz alegre y amable del rubio  me hizo dar un pequeño  salto sobre  mi eje asustada- Oh, lo siento.  No quise asustarte -rió  leve-.

Miré  mi alrededor.

¿Tanto habia caminado sin darme cuenta?

Akane: Takuma.  ¿Qué haces aquí?

Takuma: Te vi desde allí  -señaló  las grandes ventanas del salon de clase nocturna- con una cara  algo molesta y decidí  salir antes que se me adelante Aido o Akatsuki, o inclusive  Shiki.

Akane: ¿Ah? -seguía  sin comprender-.

Takuma: Olvidalo -me sonrió-. ¿Por que esa cara y esas quejas?

Akane: Oh, es que... Es algo agotador  ser prefecta, tienes que estar de allí  para aquí  -señalé  con mis manos todas las direcciones posibles provocando leves risas al rubio-, y luego allí  y ¡En todos lados! Y yo solo quiero dormir en mi cama y comer esos deliciosos chocolates.

Esto último  lo dije con nostalgia y alegría al imaginarme la situación.

Takuma: Ya veo... Siempre  los veo muy ocupados o cansados, quisiera ayudarlos pero no puedo.

Akane: Descuida, de a poco me acostumbraré.

Takuma: Siempre  eres tan gentil y alegre... Haciendo despreocupar a la gente de tu alrededor. Admirable. -dejó  su tono de voz algo melancólico  y me miró nuevamente en su habitual estado- ¿Te han gustado mis chocolates?

Akane: No he podido comerlos aún.  ¡Por eso quiero llegar y quedarme en mi cama y comerlos!

Takuma: Eres tan bonita -confesó  sincero-, espero que te gusten. -sonrió sutilmente y me miró  con determinación  y algo nervioso- Akane, esos chocolates sig-

Kaname: Takuma -cortó  severo llamando al vicepresidente-. El profesor me mandó  a buscarte, quiere saber porque tardas tanto.

El ojos borgoña no dejaba su tono de voz severi y demandante.

Takuma: De acuerdo -miró  serio y luego me miró  tomando de mi mano-. Nos veremos luegos, Akane Cros -depositó  un dulce beso en mi mano para  asi poder marcharse-.

Kaname luego de ver que se dirigía  a la clase se acercó cambiando su gesto duro y frío  a uno más  amable y cálido.

Kaname: Lamento si Takuma te ha molestado en algun momento. -habló  suave sonriendo-.

Akane: No. No me ha molestado ni me molesta, Kuran.

Kaname: Ya veo... -susurró volviendo a su estado frío  por unos segundos, pero no duró  mucho ya que me dedicó  una sonrisa- Nos vemos, Akane.

Y se fue sin más.

¿Que le pasa a la clase nocturna?

Mejor aún, debo tratar de olvidar el asunto con Kuran. Sé  que Shizuka quiso eso y lo habia hecho  ella de ser posible.

Ya olvidalo Akane, debes olvidarlo.  Kaname no es malo. No... Lo es.

¿O si?

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¡Hola y adiós!

La Hija de Cross || Vampire Knight Y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora