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Fileo.

La luz del sol que se lograba ver a través de la ventana de la habitación estaba chocando en el rostro de el chico que se encontraba dormido en un pequeño futon en el suelo

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La luz del sol que se lograba ver a través de la ventana de la habitación estaba chocando en el rostro de el chico que se encontraba dormido en un pequeño futon en el suelo.

Despertó al oír el tono de llamada de su móvil, sin abrir los ojos el empezó a buscarlo con sus manos alrededor suyo cuando este lo encontró contesto aún medio adormilado.

- ¿Hola? - Intentando estirarse donde estaba recostado sintiendo sus musculos tensarse por el dolor de estos.

- Olle pedazo de mierda, ¿donde crees que estas? Se supone que te tocaba despertarme. Soy tu compañero de habitación deberías de hacerme ese favor por lo menos.

- Hola Zico, ¿entonces no dormí allá? - Pregunto mientras se sobaba los ojos con la mano libre.

- Presupuesto que no, por que crees que te estoy llamando maldito basta... - Colgando la llamada antes de que continuara insultandolo para dejar el teléfono a un lado y estirar sus manos ahora.

- Si no dormí allá, ¿entonces donde diablos estoy?

Se acomodó para sentarse sobre el futon aun con bastante cansancio en el cuerpo, mientras ponía una de sus manos en su cabeza, el dolor era la resaca de todo lo que había bebido la noche anterior y no era sólo un pequeño dolorcito, se notaba que se había tomado todo un barril enteró.

Eso también explicaba que no recordará casi nada de anoche y menos de como había llegado a donde estaba, empezó a examinar la pequeña habitación de más o menos unos dos metros donde se encontraba, era bastante simple y que no contenía muebles bueno, sólo un armario de pared a su derecha y la puerta a un lado de este, las paredes de madera estaban pintadas de un verde claro.

Se escucharon unos pasos acercándose a donde el estaba y se puso alerta, talvez era idea suya pero estaba empezando considerar si lo habían secuestrado, hasta se habrío la puerta.

- Que suerte ya te despertaste, será más fácil ahora. - Dijo un Hoseok con dificultad por la media dona que tenía aún en la boca, tenía puestos unos shorts azules cortos qie dejaba ver a la perfección sus piernas y una camiseta blanca de manga corta, se sacó la dona de la boca y hablo. - Oye, ¿te vas a quedar ahí sentado o irás al comedor a almorzar conmigo? Tengo demasiada hambre y soy capaz de dejarte sin comida.

- ¿Donde estoy? - Pregunto mientras se levantaba con dificultad, notando lo que traiba puesto no era suyo. - ¿Y quien me cambio de ropa?

- Pues yo quien más sería, ¿la vecina? - Hablo con notorio sarcasmo. - Déjame explicarte antes de que pienses que pasó algo raro entre nosostros, te traje aquí a mi departamento porque no tengo idea de donde vives y no pude dejarte, la razón por la que no tienes tu ropa puesta es que cuando venía cargandote por las escaleras vomitaste y tuve que quitartelas. Tu ropa está en el sofá de la sala.

EMPATÍA [YOONSEOK] EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora