¡Hola! Estoy intentando adaptar
uno de mis libros favoritos de este
género, Fe y Fidelidad.
Los protagonistas rondan los
cuarenta, por eso para hacerlos
de edades más similares, modifique
muchas cuestiones. Y también para
que sea lo más argentino posible.
¡Espero que les guste!Yes♡
Llevaba el traje azul marino, ya que era su favorito, con la camisa azul claro, porque cuando ella miraba las mangas, éstas tenían una línea delgada de color café, que le recordaba a sus ojos. Durante veinte minutos, revolvió y rebuscó en el armario tratando de encontrar la corbata que ella le había regalado la navidad pasada, pero sus ojos se llenaron de lágrimas y no pudo ver nada.
Alguien, quizá su cuñada Camila, llegó y le dijo que el auto estaba esperando abajo. Él no se dio la vuelta, no estaba prestando atención a lo que decía. El dolor en el centro de su pecho le aterrorizaba y no pudo encontrar su voz. Finalmente se dio por vencido en la búsqueda de la corbata y se conformó con una azul oscuro.
Caminó hacia el espejo, y comenzó a atarse la corbata con esmero para no ver su propia cara. Se fijó en un punto aleatorio 'la cabecera de su cama' y de repente cayó en un hoyo que había estado evitando desde que ella había muerto.
Hacía menos de una semana, él y Agustina se habían acostado juntos, disfrutando de un raro momento de quietud. Tiempo Adulto. Llegaba tarde a casa, como siempre, y la encontró ya dormida, acurrucada en su lado de la cama. Cuando él se deslizó detrás de ella, vio que llevaba su descolorida camiseta favorita.Y nada más.
─Mmm, bebé. ¿Qué hice para merecer esto?─preguntó, apretando la boca en su pelo pelirrojo alborotado.
Ella se dio la vuelta, y se frotó los ojos todavía cerrados, una sonrisa ensoñadora cruzó su rostro.
─¿Qué hiciste vos? No, mi amor ¡vos sos mi
recompensa!Se había reído en voz baja, con facilidad. Tomándose el tiempo para hablar sobre su día, con las manos acariciándolo por todo su cuerpo. Ella le contó una historia tonta sobre sus aventuras y el auto y terminó con:
─¿No te parece que merezco algo especial?
La mirada traviesa en los ojos color avellana fue su perdición, y se inclinó para besarla profundamente. Después de casi veinticinco años de amistad y más de diez de pasión física entre ellos, no hubo muchas sorpresas cuando hicieron el amor. Pero de alguna
manera, el placer vino de los ritmos, gestos y caricias no aprendidas, más que compensado por cualquier misterio que les faltara.Al final Renato hundió el rostro en su cuello, respirando su olor y exhalando sus gemidos. Él sintió su rigidez y levantó la cabeza para mirarla. Ella se mordió los labios y se arqueó contra él, en silencio. Siempre en silencio.
─Oh Dios ─murmuró, terminando rápido. Se habían abrazado, le susurró cosas dulces de ida y vuelta, demasiado íntimas para compartirlas a la luz del día. Renato se levantó para ponerse de nuevo sus pantalones cortos, y Agustina le entregó su camiseta. Fue a la cocina para su ritual del vaso de agua «post-garche», como lo expresó Agustina graciosamente. Cuando volvió, estaba acurrucada de nuevo, en su lado, durmiendo profundamente. Se metió en la cama, envolviéndose alrededor de ella.
Y tres días más tarde... tres días más tarde, su teléfono sonó en la comisaría y ella había muerto.
*****
Apenas transcurrieron seis dolorosas horas. Pasó todo el tiempo sentado con, por lo menos, uno de sus hijos que se acurrucaba a su lado en todo momento. Las nenas mayores estaban febriles de dolor, inquietas y aturdidas. Los gemelos todavía eran muy pequeños para entender lo que pasaba en torno a ellos. Sabía que debía levantarse y circular alrededor de la habitación llena de gente, pero sus piernas no cooperaban. Y aunque apenas podía manejar la charla, se vio obligado a hacerlo cuando alguien llegó. Miró a las personas ante el ataúd de Agustina. «Pensarán acerca de cómo se veía, tan maravillosa, tan joven y hermosa. Nunca hubiera adivinado que ella tuviera veintinueve años, madre de cuatro niños. Nunca hubiera imaginado que un imbécil con una carnet inhabilitado hubiera conducido su camioneta saltándose una señal de stop y golpeando el lado del auto de Agustina matándola al instante». Entonces ellos se acercaron a los Cabo, sus padres, Aníbal y Eva, y a su única hermana, Camila y, finalmente, pasaron por delante de Renato, expresando sus condolencias y cariño.
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#1 F&F Quallicchio [Adaptación]
RomanceEl Oficial Inspector de la Policía de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas, Renato Quattordio, ha perdido a su esposa, la única persona que amó y la única mujer con la que durmió. Renato está intentando seguir adelante, construir -a partir...