Capítulo 1.
"Inexistente"Olivia
***
Me trepé sobre el alto banco y le enseñé a Claudia la nueva bufanda que había tejido para ella.
—¡Para ti!—mi corazón se saltó un latido cuando ella sonrió, tomando la bufanda en sus manos y poniéndosela rápidamente.
—¡Es hermosa Oliva!—sonreí aún más, había mejorado mucho en los últimos meses, siempre trataba de hacer algo que a ella le gustara, amaba pasar tiempo con ella.
—¡He estado practicando después de las clases de francés!—bajé apresuradamente del taburete y le enseñé mis zapatos que había tejido yo misma.—¿Ves?
Pero Claudia no respondió. Levanté mi barbilla para poder mirarla, sin entender su silencio, la callada era yo. Me alarmé al ver su expresión.
—¿Claudia?—mis ojos se humedecieron—¿no te gustan?
—Olivia, debes subir ya, ve a cambiarte.
Y lo entendí. Mi madre había llegado y él.
Sin decir nada más corrí hasta las escaleras traseras que solo usaban los del servicio y yo. Me escabullí hasta mi habitación cerrando la puerta con seguro justo como lo hago cada noche.Sonreí recordando el entusiasmo de Claudia al ver mi bufanda, a este paso espero poder hacer un vestido pronto yo sola y con algo más que solo lana. Mi sonrisa no se mantuvo por mucho tiempo, solo quedaba media hora para ir a cenar.
Corrí hasta el baño y tomé una ducha rápida, para luego elegir cualquier vestido y sentarme a esperar que Claudia me pidiera salir.
Hoy era sábado, los socios de mis padres vendrían a cenar y hablar sobre temas aburridos y que yo no entendía. Odiaba los sábados, yo solo quería seguir practicando, debo terminar el abrigo que estoy tejiendo para Vinne, el chofer de la familia.
Minutos más tardes Claudia tocó mi puerta, bajamos juntas hasta el comedor principal, ahí estaban mi madre y Jonah, junto con un montón de personas que reconocí de la cena del jueves anterior, me acerqué a la enorme mesa mientras Claudia volvía a la cocina.
—Hola a todos—saludé cómo solía hacer siempre. Me senté junto a Claire, mi madre, sin despegar la vista de mis zapatos. Oh no. Olvide cambiarlos, aún llevo los de lana. Si Claire lo nota tendré graves problemas. Ella odia que yo muestre algún interés por algo que a ella no le guste o no considere productivo, le prometí que no volvería a coser.
Todos en la mesa ignoraron mi presencia menos él. Miré de reojo a Jonah, que se hallaba sentado a la derecha me mi madre. Me miraba con esa expresión extraña que yo nunca lograba entender. ¿Con odio? No, Claire me ve con odio y no me mira de la manera que lo hace el.
Aparté mis ojos de los suyos, notando que mis manos empezaban a temblar. Yo solo quiero ir a mi habitación y terminar el abrigo. Espero que a Vinne le guste.
Claudia y el resto de los empleados de servicio sirvieron la cena. Lasaña. Amo la lasaña, sonreí como niña pequeña y esperé a que Claudia sirviera mi porción. Sin prestar atención al resto engullí mi primer trozo. Pero de nuevo sentí sus ojos en mi y el apetito desapareció instantáneamente.
ESTÁS LEYENDO
Mi Vida en pedazos ©
Teen Fiction«Ojos tristes, sonrisa rota y un corazón hecho pedazos« Esas nueve simples palabras son perfectas para describirse. Me considero una persona llena de complejos, miedos e inseguridades una persona con una niñez tan traumática como par cambiar mi pers...