Capítulo 2.
–. "Intento de fuga"Olivia
6 años después...
He llegado a la conclusión de que contar los años no cambia nada, incluso siento que transcurren con mayor lentitud. Suspiro con pesadez y ruedo los ojos, puede que para ti sea absurdo contar los años que llevas siendo abusada a diario, pero para mi es una manera de marcar una nueva meta, un año mas, 12 meses, 30 días mas en los que he sobrevivido.
Lo que paso en esa noche se volvió una rutina.
¿Que si mi madre lo sabe? Sí, ¿Y ella que hace? Pues nada, incluso llegó a presenciarlo y ¿Sabes que hizo? reírse de mí. Enfermo, lo sé. No sé que me duele más, si el hecho de estar viviendo en esto diariamente o que mi propia madre lo sepa y le de igual, que le de gracia, dime, ¿Tú qué harías en el lugar de Claire?
Aunque creo que la verdadera pregunta sería "¿Qué me duele menos?" Porque estoy empezando a resignarme.
Sé que la prima vez en la que él abusó de mí, ella lo escucho todo, lo sé por como actuó a la mañana siguiente, además de que mis gritos eran muy altos, cargados de desesperación, y es imposible que ella no escuchara nada, yo iba a decirle, iba a suplicarle, a implorarle que nos fuéramos de allí, de verdad que lo iba a hacer, pero, ¿Sabes que me hizo retractar? Bueno, ¿Será por como me miró con burla?, O tal vez porque me dijo "Oh, querida Olivia, eres tan patética." o tal vez sus constantes intentos de risa disimulados.
Seis malditos años de mierda.
Seis jodidos años de abuso.
Seis años de humillación, tortura.
Seis años viviendo un infierno.
¿Lo peor? No sé que hacer. Ya lo he intentado todo, intenté denunciar pero no salió nada bien, intente escapar, pero...
Flash-back...
Giré mi rostro hacia la mesita de noche, dónde se encontraba el reloj, marcando las 2:56 AM. Bien, parece que tengo tiempo suficiente.
Tomé la maleta que había puesto debajo de la cama, la cual ya tenía todo empacado desde hace una semana; hay ropa, comida, mis libros, algunos aparatos eléctricos, identificación falsa —ahora mi nombre será Amelia Price y supuestamente tengo 18. —dinero en efectivo y más papeles falsos.
Tomé la mochila en la que tenía más dinero en efectivo, comida, mi teléfono, iPod, audífonos, cargador, un abrigo, y una peluca; giro el pomo de la puerta y con pasos silencios pero rápidos salgo de ahí —salir de la casa me llevo unos diez minutos aproximadamente. —salí a paso apresurado del enorme patio delantero, al ya encontrarme en la calle, pedí un taxi, 15 minutos después llegó, y no soy tan estúpida como para esperar el taxi ahí frente a la casa, le pedí al taxi que me buscara en un restaurante que está cerca de la casa, mientras el llegaba yo iba caminando para allá. Mis manos sudaban y no podía mantenerme quieta, mis piernas temblorosas me exigían caminar de un lado a otro, casi pude ver como mi propio rostro se iluminaba al visualizar el taxi.
Le di la dirección, me dedicó una mueca, debido a que estamos a una hora de allí, tengo planeado ir a la ciudad que está más cercana, allí me quedaré en un hotel hasta que pueda ir más lejos.
Después de ese largo recorrido, por fin llegue al hotel, le pagué a el hombre y entré al lugar, me registré y subí a mi habitación, es un hotel tres estrellas, necesito saber usar el poco dinero que traje, hasta que encuentre un empleo y empiece a ahorrar para irme mucho más lejos, quiero irme a Inglaterra, pero para eso aún falta, ya mañana me iré más lejos, a un pueblo a unas seis horas de aquí, allí es donde me quedaré por un mes o dos, lo necesario, mientras, tengo planeado buscar donde falsificar un permiso para salir de el país y así poder ir sola a Inglaterra —ya que claro, yo siendo menor de edad no puedo salir de el país sin mis padres o con una autorización de ellos que en este caso sería solo la de Claire; ya se que hacer, solo me falta actuar llevo meses planeando todo, tiene que funcionar.—yo traje mi pasaporte y todo tipo de documentos necesarios para salir de el país, solo me falta falsificar el permiso y yo ya he viajado sola, bueno, sin Claire, fui con Claudia.
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Mi Vida en pedazos ©
Teen Fiction«Ojos tristes, sonrisa rota y un corazón hecho pedazos« Esas nueve simples palabras son perfectas para describirse. Me considero una persona llena de complejos, miedos e inseguridades una persona con una niñez tan traumática como par cambiar mi pers...