Capítulo 13

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"Él se retiró, tratando de no mirarla demasiado, como si fuera el sol, pero la vio, como el sol, incluso sin mirar." (Leo Tolstoy)


Aunque había pensado que le costaría estar en Italia, sabiendo que era una decisión permanente el quedarse, no fue así. Pudo incorporarse a la Corporación Sforza; consiguió otro departamento, del cual su hermana mayor no tuviera las llaves, y se mudó; empezó a cenar regularmente con sus padres e inclusive recibió la noticia de que sus dos amigos de fuera vendrían a visitarlo. Era, realmente, una situación buena la que estaba viviendo y se sintió agradecido, en paz de alguna manera. Resignado, quizás.

Después de unos meses, supo que Alina se había marchado, pero trató de no pensar en eso. Al menos no demasiado, porque sabía lo que era sentirse atrapado y querer huir. Esperaba que ella regresara, cuando estuviera preparada. Era absurdo pero esa esperanza estaba en el fondo de su corazón y sabía que la conservaría, no importaba lo infundada que pudiera ser

–Así que realmente te has convertido en todo lo que nuestro padre soñó.

–Oh no, no es así –Camden elevó la mirada y sonrió levemente–. Eso ya lo obtuvo con su primogénita. ¿No lo sabías?

Kieran soltó una carcajada por lo bajo y se sentó frente a él. Camden continuó leyendo los documentos que tenía entre sus manos.

–Te ves bien –apuntó Kieran, observando detenidamente a su hermano–. Mejor de lo que esperaba.

–Tú no –replicó, sin dejar de mirar a su escritorio.

–¿Yo no?

–No. Te ves exactamente como esperaba –soltó, se echó para atrás y se cruzó de brazos.

–¿Y cómo es eso?

–Feliz.

–Lo estoy.

–Claro que lo estás.

–Sí. Además tengo a mi mejor amigo de vuelta, ¿cierto?

–¿Tu mejor amigo? –Camden suspiró–. ¿No podemos ser solo hermanos?

–¿Estás bromeando ahora mismo?

–Trataba. ¿Funciona?

–No lo sé –Kieran suspiró–. Me alegra verte así.

–¿Con el trabajo de la Corporación desbordando mi escritorio?

–También. Padre necesitaba ayuda.

–¿Nuestro padre? –Camden bufó incrédulo–. Eso no es cierto.

–¿No?

–Por supuesto que no. Esta Corporación está repleta de Sforzas, ¿cómo podría necesitar ayuda? De hecho, creo que es un rescate lo que se requiere.

–¿Quieres que te rescaten?

–No tú.

–¿Debería buscarte una chica linda y fijar una cita para ti?

–Oh vaya, empiezas a sonar como mamá. Eso es preocupante, Kieran.

–Bah, es solo que mi matrimonio ha resultado tan bien que quiere verte feliz, Cam. Además, creo que es más fácil casarte a ti que a Sienna.

–¿Aterroriza, no?

–Mucho.

–¿Quién? –Sienna entró y se quedó mirando a sus hermanos–. ¿Quién aterroriza mucho?

Infinitamente - Segunda Parte (Sforza #7)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora