Juró que podía sentir como mis pulmones ardían por la falta de oxígeno, jadeaba como perro tratando de así poder inhalar un poco de aire hacia mis pulmones...cada vez se tornaban más y más pesados, sentía mi cabeza un poco ligera, mis vista cada vez más se tornaba borrosa podía ver un borde negro alrededor de mi vista, sentía como cada uno de mis músculos en las piernas se contraen casi en un doloroso calambre, y la cara me hormigueaba horriblemente 'Voy a morir...' pensaba a cada rato,aunque estaba seguro de que si me detenía en ese justo momento, vomitaría mi alma sin dudarlo, giraba mi cabeza un poco a la derecha para ver si Gustav seguía mi paso, no, estaba vacío, volteo al lado contrario para verificar si Andrew estaba a mi lado, tampoco...entonces escuché el silbato, ese horrible e infernal pedazo de metal que pronto se convirtió en mi peor pesadilla...
—¡¡BIEN MUCHACHOS, ALTO!!— justo cuando las palabras salieron de la boca del Sargento Styles, juro que mi cara fue de goce total, y caí en un abrir y cerrar de ojos, literal me dejé caer como res, no me importó, me dolía absolutamente TODO, hasta esos músculos que ni sabes que existen, sentía tan tensas las piernas que seguramente tendría calambres por el resto de la semana...o eso creía.Escuche la grava y tierra crujir justo a lado de mi cara, obviamente no abrí los ojos, al fin podía morir en paz por unos buenos cinco minutos.
—¡¡TRÜMPER!!— el Sargento Styles estaba justo encima de mi cabeza gritando a todo pulmón en mi oído, pero bueno, no me puedo quejar realmente, llevaba más de una hora trotando/corriendo por mi vida, y la verdad no me importaba si podía o no levantarme, no me importa.
—No...—salió de mi boca un leve y lastimero quejido, realmente me estaba comportando como un niño pequeño, pero es que...VENGA!!, si sólo quería meterme en una tina de agua caliente, que por supuesto no tendría, así que lo mejor que tengo a la mano es morir un ratito en este apestoso y sucio piso.
—Levántate Trümper, es hora del siguiente ejercicio...— me dio dos palmaditas en la espalda, como si eso hiciera mitigar el horrible dolor que me embargaba el cuerpo entero— por supuesto podías aguantar todo ese trotar, digo, en tu expediente viene que fuiste el capitán del equipo de atletismo en la Preparatoria, pero enserio...ya venga...— si, ahora siento que está poniendo a prueba mi resistencia, está cayendo de mi gracia Sargento.
Con todo el dolor y pésame en al vida, me levanté del suelo, quedando a cuatro puntos, obviamente no podía sostener mi peso todavía, sentía mi cabeza ligera, un mareo inminente me estaba acechando, cerré fuertemente los ojos y trate de respirar lo más calmado posible, no quería vomitar, odio vomitar.
—Vamos Tom— sentí la mano de Andrew rodear mi espalda, y me ayudó a ponerme de pie lentamente— tenemos que seguir con la siguiente tortura...— me sacudí los pantalones cuando me levanté, podía sentir su mirada en mi cara, literalmente— Tom, te puedo preguntar algo...—lo volte a ver y él solamente se estaba sobando la nuca, como tratando de hacer esto menos incómodo...claro.
—Eh...seguro...—dije aún dudando si realmente quisiera saber lo que me tenía que preguntar, la verdad estaba seguro de que ...
—¿Por què siempre llevas esa esclava de plata?— señaló mi muñeca izquierda, donde descansaba una esclava bastante normal, tenía los eslabones planos y la placa tenía escrito...—¿quien es Billa?— inconscientemente acaricié la esclava con mi mano derecha, recordando todos y cada uno de los momentos que pasé con Bill.
—La persona que más amo en este mundo...— dije con la mirada al frente, la cabeza en alto— y voy a volver a estar junto a él pronto— Andrew se me quedó viendo con los ojos cómicamente, con esa cara de 'pero qué rayos...'— si Andrew, dije "él", Billa es un apodo de Bill, que extrañamente a su vez es un apodo de William...es, una larga historia— lo voltee a ver con una gran sonrisa, la cual él respondió.
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Love is death.
FanfictionRompió en el llanto más amargo y lamentable que una persona jamás hubiera visto, el dolor era palpable, la angustia se hacía empática, el dolor...era real. -No...-apenas era audible su voz entre tantos sollozos que lograba soltar el pelinegro-no...p...