Capítulo nueve. Corazón por corazón.

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"Someone walks into your world, suddenly your world has changed forever" -Demi Lovato, Heart by Heart


Noah se marchó antes de que ella pudiera añadir algo más. Violet pasó la noche sin poder dormir, pensando en qué ocurriría al día siguiente, con qué cara se presentaría delante de Justin después del numerito que le había montado el día anterior o cómo reaccionaría Noah. Esperaba que hubiera sido sincero y no hubiera caído ella en la trampa para ser otro nombre tachado de una lista.

Después de ponerse un vestido ligero de color rosa pálido y unos tacones blancos, bajó a desayunar. No había abierto la boca en toda la mañana y aquello a sus doncellas les pareció extremadamente raro. Recorría uno de los pasillos principales con cara de pocos amigos. Ni siquiera se detuvo delante de la cristalera desde la que se podía ver toda la ciudad, iluminando el corredor. Giró una esquina y se detuvo. Oía dos voces masculinas que conocía muy bien y a las que no se quería enfrentar tan pronto. Se escondió tras la esquina y prestó atención a la conversación entre los hermanos.

—¿Qué tal tu cabeza? —le preguntó Noah a Justin.

—Mucho mejor ahora, pero ayer me dolía horrores. Por suerte era solo un seis.

—¿Seis?

Violet escuchó la risita de Justin.

—Es un juego que tenemos Violet y yo. Le ponemos número a las jaquecas para saber su nivel. La de ayer era un seis.

—Oh, entiendo—dijo Noah, bajando el tono de su voz—. Por suerte no ha sido como la del invierno pasado, ¿eh? Nos asustaste mucho a todos.

—Sí, es verdad. Esa fue la peor, pero hace mucho que no tengo una recaída como esa.

Noah soltó un suspiro de alivio:

—Y menos mal.

Continuaron caminando, alejándose lentamente de Violet. Parecían no tener prisa por llegar al desayuno.

—¿Y tú? ¿Qué hiciste anoche? —le preguntó Justin curioso.

—Esto...—titubeó Noah y los pasos se detuvieron—, Justin quería hablarte de esto antes de que te enteres por otra persona.

Violet no podía verlos, pero estaba segura de que el rostro de Justin se había ensombrecido.

—¿Qué ha pasado? ¿No habrás dejado a ninguna embarazada? —preguntó en un vano intento de quitarle hierro al asunto, temiéndose lo peor.

—Justin, yo... Ayer estuve con Violet.

—No...

—Nos besamos—admitió Noah y Violet contuvo el aliento.

—¿Qué? ¿La has besado? —exclamó Justin, envuelto en furia.

—¡A mí también me gusta! —exclamó Noah, tratando de defenderse.

—Noah, has estado con más de la mitad de las seleccionadas. ¿No podías dejar a Violet en paz? ¿No podías dejarnos a nosotros en paz?

—Justin, me he enamorado.

—¡Tan solo estabas celoso, como lo estás siempre! —gritó Justin, con una ira contenida que era mucho peor que sus gritos— Lo has hecho a traición.

Doble Elección (Mejorada y editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora