Capítulo cuatro. Tres y a escena

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"This is the start of something beautiful" -Ed Sheeran, This.



—Tienes que decirnos qué pasó—dijeron Sheila y Andrómeda, arrastrando a Violet a una de las butacas del Salón de las Mujeres.

Era viernes por la mañana y las seleccionadas no podrían salir del salón hasta la comida. Después, vendrían tres horas de preparación para el Report de la noche.

Violet apenas había hablado durante la noche anterior y, aunque muchas habían sido las preguntas, se había negado a responder. Justin no se había presentado a la cena debido a las jaquecas, pero la presencia de Noah valía el doble, porque no había dejado de observarla tras el cristal de sus gafas mientras cenaban. Aquella mirada azul inquisitiva no había querido abandonar su rostro.

Tras el postre, Violet se había excusado y había regresado a su cuarto antes de que nadie pudiera alcanzarla. Aquella noche, Noah había bailado con más desgana que nunca.

Por la mañana, Violet había despertado con una carta del príncipe Justin esperándola.

—¿La habéis leído? —les preguntó a sus doncellas cuando ellas se la tendieron.

—Por supuesto que no, Violet—dijo Hanna.

—¿Y por qué está el sobre rasgado?

Adelaide y Hanna lanzaron una mirada a Peyton, que se encogió sobre sí misma.

—¡Ellas también querían abrirla!

Violet se rio y sacó la carta de su sobre:

"La apuesta sigue en pie. Que empiece el juego"

Ante aquello, Violet solo había podido sonreír con gracia, ignorando las risitas de sus doncellas. Había pedido papel y bolígrafo para responder lo más rápido posible.

"Me alegro de que disfrutes de participar, pero el arco no vas a volver a verlo"

Tras un obligado desayuno en su habitación, sus doncellas la prepararon con un vestido de día verde, ligero y vaporoso. Le calzaron unos tacones y la enviaron al Salón de las Mujeres, aquella vez, sin la escolta silenciosa de Digger. Tenía orden de permanecer allí toda la mañana, atendiendo a los consejos de Laura, a las normas del programa y a prepararse para las cámaras y las luces.

Según había atravesado la puerta, Andrómeda y Sheila se habían lanzado sobre ella para obtener respuestas. Una vez se sentó, Violet se alisó el vestido y colocó las manos en su regazo. Reparó en la desaparición de varias seleccionadas, como Julia o Tabea: Las primeras expulsadas.

—Vamos, Violet, queremos saberlo—dijo Abby acercándose.

Antes de que pudiera darse cuenta, gran parte de las seleccionadas estaban a su alrededor. Estaban mucho más emocionadas por conocer detalles sobre el príncipe que por hablar del hecho de que varias de sus compañeras habían tenido que volver a casa.

—Sí, Violet, suéltalo—animó Philippa, que caminó hacia las demás contoneándose.

Violet se encogió de hombros y se reclinó en la butaca.

—Podéis pasaros así toda la mañana, porque no hay nada que contar.

—Violet—Alice la miró con el rostro serio, pétreo—, te marchaste del jardín donde estaban los invitados y la familia real con el príncipe Justin. Ninguno de los dos volvió.

—Bueno—comenzó ella—, visto así, sí suena algo sospechoso. Pero yo tan solo lo acompañé para que pudiera coger su remedio contra el dolor de cabeza. Charlamos un rato, las jaquecas se hicieron más fuertes y me marché. Cuando quise volver al jardín, todos os habíais ido.

Doble Elección (Mejorada y editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora