Capítulo Trece

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El látex le impedía a la cámara de seguridad continuar grabando así que avanzamos y atravesamos la puerta. Un pasillo se abrió paso frente a nosotros mientras Liam no despegaba la mirada del GPS, girábamos cada diez pasos adentrándonos cada vez más en la residencia presidencial, por algunos momentos tenía la sensación de que nos íbamos a topar al presidente pero esos pensamientos se empezaron a esfumar cuando perdí la cuenta de cuantas escaleras habíamos descendido.

_ ¿Estás seguro que vamos por el camino correcto?_ preguntó Parker con el ceño fruncido.

_ Oui, es más, ya llegamos_ dijo Liam deteniéndose frente a una puerta.

Parker lo rodeó mientras sacaba un destornillador de su bolsillo y comenzó a zafar los tornillos del teclado que había a un lado de la pared. Cuando sacó todos, le quitó la tapa y miles de cables de colores quedaron al descubierto, cortó unos cuantos y en un par de segundos la puerta ya estaba abierta.

Cuando entraron vi la cara de mis compañeros palidecer por lo que tenían al frente, entré a la habitación y me coloqué junto al peli azul siguiendo la dirección de su mirada y de inmediato imité su reacción:

_ No puede ser_ apenas logré escuchar a Parker ya que no lograba apartar la vista del hijo de presidente.

Apenas lo vi lo reconocí, el coronel nos había mostrado una fotografía en el campamento. El chico estaba profundamente dormido sobre una elegante cama del doble de su tamaño. Se me hizo extraño que estuviera en niveles tan profundos de la casa blanca hasta que parpadeé y eché un vistazo a mi alrededor; un escritorio, un armario y una pequeña mesa fue lo primero que visualicé, al otro lado del cuarto habían un par de estantes con más libros de los que hubiese podido leer en un año. Había una enorme pantalla plana a los pies de la cama con varias cajas de consolas de video juegos todavía sin abrir, cuadros en las paredes azules y finas alfombras en el suelo adornaban la habitación. Volví a ver al pequeño niño en la cama y sentí pena por él al descifrar que esa era su habitación, miré a mis compañeros y me atreví a preguntar que íbamos a hacer, cuando voltearon a verme noté que estaban igual de confundidos que yo:

_ ¿Quiénes son ustedes?_ de inmediato los tres volteamos a ver al niño que ya se había levantado y se calzaba unas tenis, cuando se incorporó, nos miró inclinando la cabeza hacia un lado, de repente abrió los ojos como platos y volvió a hablar extasiado_ ya sé quiénes son, los vi en televisión, con el coronel Peterson, ustedes me están buscando.

_ Al parecer ya te encontramos_ dijo Liam.

El pequeño corrió hacia nosotros y fui el primero en recibir un abrazo:

_ Gracias a Dios, por favor sáquenme de aquí, debemos detener a mi padre_ dijo mirándonos.

Los tres miramos al pequeño castaño de ojos oscuros sin comprender de qué estaba hablando, antes de poder pronunciar una palabra escuché voces provenientes de las escaleras, el pánico me invadió al saber que nuestra única salida estaba bloqueada.

_ Hay otra salida, síganme_ dijo el chico leyendo mis pensamientos.

Voltee a mirar a todas direcciones y visualicé una puerta del otro lado, di un paso y el niño me detuvo:

_ No, ese es el baño tonto. Y no hay ventanas, estamos a muchos metros bajo tierra.

El chico caminó hasta la pared y levantó la vista hacia el techo, lo imitamos y visualicé una rejilla. El alivio llegó a mi cuerpo tan rápido como se esfumó cuando comencé a escuchar pisadas con más claridad proveniente de las escaleras. Como un rayo, me acerqué a la pared y me puse de puntillas para abrirla, cuando cayó al suelo me voltee para levantar al chico pero lo vi correr hacia la puerta del baño, confundido miré lo que hacía mientras Liam y Parker entraban al ducto de ventilación.

El chico se agachó frente al mueble de la televisión y empezó a buscar algo entre las cajas de las consolas de video juegos, unos segundos después sacó un celular, corrió al baño y un segundo después ya estaba frente a mí.

_ ¿Qué hiciste?_ pregunte mientras lo cargaba y lo empujaba detrás de mis compañeros.

_ Ya verás_ dijo sonriendo.

Entré detrás de él y comencé a colocar la rejilla otra vez cuando escuché que las pisadas se habían detenido. Miré a través de una de las rendijas y distinguí a dos hombres robustos de traje entrando a la habitación, miraron a todos lados buscando al chico hasta que uno señaló la puerta del baño:

_ ¿Tyler, está ahí?_ preguntó uno tocando la puerta.

Todos miramos al chico con los ojos muy abiertos mientras él nos sonreía.

_ Estoy aquí_ escuchamos la voz del chico provenir del interior del baño_ creo que algo me cayó mal, será mejor que se vayan esto apestará en un rato_ se escuchó otra vez.

Atónito veía al chico taparse la boca evitando que se le saliera una carcajada. De inmediato lo deduje, había hecho una grabación en el teléfono. Pero, ¿si tenía un teléfono, porque no había pedido ayuda? Muchas preguntas corrían por mi cabeza cuando el otro hombre habló.

_ No quiere que llamemos a un doctor, su padre se molestará si sabe que está enfermo y no hicimos nada.

Un silencio se instaló en la habitación cuando no hubo respuesta, asustado voltee a ver a Tyler que me miraba relajado:

_ Dale un segundo_ susurró.

_ Estoy bien, se cómo cuidarme solo, ya váyanse de verdad. No me molesten hasta mañana_ volvió a sonar la grabación desde el otro lado de la puerta.

Desde nuestra posición vi cómo se daban vuelta y salían de la habitación. Todos lanzamos un suspiro de alivio al mismo tiempo cuando escuchamos las pisadas alejarse.

_ ¿Cómo supieron dónde estábamos? Cristian dijo que solo había una cámara, la que rociamos con serpentinas _ dijo Liam.

_ ¿Con serpentinas? Sí que son profesionales_ dijo Tyler sonriendo_ Aquí abajo hay cámaras de seguridad.

Un balde de agua fría cayó sobre mí al recordarlo, al parecer mis compañeros tuvieron la misma sensación porque Tyler lanzó una sonora carcajada al mirarnos.

_ Tienen imágenes falsas. Tengo una laptop escondida en la tapa del sanitario. Debe ser la del senador, pensé. Gasté el último crédito de ese teléfono compartiendo internet e instalé imágenes falsas en las cámaras. Estaba por improvisar mi escape cuando ustedes llegaron_ dijo el chico encogiendo los hombros inocentemente_ vamos, tenemos que salir de aquí, síganme_ terminó diciendo mientras pasaba entre mis compañeros.

El ducto dejaba de extenderse horizontalmente y se convertía en una especie de tubo vertical parecido a la chimenea de la casa de Lexie solo que esta vez debemos subirla en lugar de bajarla. Comenzamos a escalar apoyándonos en las paredes e impulsándonos con la fuerza de las piernas y brazos. Al estar a tantos niveles inferiores imaginé que nos esperaba una larga subida, las piernas y los brazos se me empezaron a dormir después de unos diez minutos de haber comenzado.

Perdí a Tyler de vista cuando entró por un ducto que se conectaba con el que estábamos trepando, nos detuvimos y esperamos unos segundos hasta que asomó la cabeza y nos dio una buena noticia:

_ Estamos en la misma dirección del ascensor, él nos subirá.

Fui el último en salir del ducto vertical y arrastrarme por el que conducía al ascensor. Cuando llegamos al borde vi como la caja de metal descendía unos metros más abajo y se detenía. Tyler nos indicó que debíamos saltar cuando estuviera a nuestra altura tratando de no hacer ruido porque caeríamos en el techo y adentro había personas que podrían delatarnos.

Las paredes vibraron cuando la caja de metal comenzó a subir, de repente se me ocurrió que si subíamos hasta arriba el ascensor nos aplastaría al quedar nivelado para que las personas del interior salieran, el niño que parecía tener la habilidad de leer mi mente habló otra vez:

_ No se preocupen, saltaremos otra vez arriba y caeremos por el desagüe subterráneo_ dijo mientras sonreía.  

El Secreto de EstadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora