XIII

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Oh vaya, eso era muy bestia para una de las víctimas que estaba viendo, miro como su compañero rogaba que se detuviera a lo que el pelirosa no hacia caso y seguía.

- Quiero saber algo que tu sabes y no me quieres decir- dijo entre dientes.

- Esta bien, lo dire, pero por favor. Detente- murmuro con su voz rota por el llando y los gritos.

Jimin sonrió y escucho atentamente al hombre pelirojo delante de él, toda la información de los altos mandos en las manos de Park, hmm, jodido lo tenían. Cuando término de hablar Park hizo una señal con el dedo y BamBam junto con Jackson se llevaron al hombre. Pusieron al compañero del tipo en la silla y lo ataron. Park le dio unas palmaditas suaves en la cara.

- Espero que seas igual de colaborador que tu compañero, lo digo por tu propio bien. No soy yo el que se está jugando la vida al estar rodeado de asesinos y que va a morir por hombres que no se preocupan por su vida, tienes una familia que mantener y prefiero matarte a ti que a tu hijo. Tu decides. No me gustaría dejar a tu hijo sin padre.-

El tipo solo dijo las dos de las 10 direcciones de las casas de los altos mandos. Jimin lo despacho y miro a sus amigos que asintieron, los pocos aliados que tenían habían muerto a sus manos, los viejos ya estaban desprotegidos excepto por su escolta personal.

Se dirigió con los demás a la primera casa y mataron a los guardias que estaban por el recinto, abrieron la puerta sin hacer ruido para no espantar a su presa. Subió las escaleras y escucho una voz muy conocida.

- ¿Hyuna?- la mujer salió de una habitación, sonrió a Jimin y le guiño un ojo antes de irse de la casa. Park sonrió y siguió su camino.

Jimin entró y sorprendió al anciano con una chica que podría ser su hija, hizo una cara de asco al ver eso- Joder, que podría ser su hija, viejo asqueroso.

- Park- el anciano empezó a sudar frío.

- Vete- la chica recogió sus cosas y salió de la habitación- Vengo para arreglar cuentas, lo mataré poco a poco con ayuda de mis amigos.-

- Será un placer- tanto Jin como Tae le regalaron una sonrisa retorcida debajo de la máscara.

Agarraron al viejo y bajaron abajo para atarlo a una silla dejando apoyadas las manos en esta. Park cogió unos alicates y le sonrió al anciano debajo de la máscara, este empezó a respirar con dificultad, sabía lo que pasaría ahora y no le iba a gustar nada.

- Sufre lo que yo aguante, hijo de puta- Park cogió la uña del dedo gordo de la mano derecha con el alicate, tiro lentamente de el disfrutando del grito del hombre. Se fueron turnando para arrancarles las uñas de las manos y de los pies, el tipo estaba jadeando y varias lágrimas rodaban por sus mejillas, chorros de sangre bajaban de sus dedos manchando el piso hasta formar un charco.

- No hemos acabado aún- hizo un gesto y para consternación del otro, abrieron su boca y Park metió una pinza para arrancarle un diente. Quería gritar pero no podía, quería cerrar la boca pero tampoco podía, las lágrimas salían y se mezclaban con la sangre que empezaba a salir de su boca. Park iba quitando sus dientes de forma lenta para horror de su víctima, no mentia al decir que lo iba a torturar hasta la muerte. Hasta que todos sus dientes fueron quitados Park no se detuvo, miro al hombre y le sonrió, no termina aún, aun no iba a terminar ese infierno en el que se había metido por miedo, y ahora su propio miedo se estaba volviendo contra él.

- ¡Mátame ya!- su voz salió débil.

- No te daré ese placer- le contestó- Jin, trae el hierro con la forma del grupo.

Jin asintio y salió un momento para volver con un trozo de metal con la forma de Bantang al final, lo metió en la chimenea que habían encendido hace poco y esperaron hasta ver el hierro los suficientemente rojo, Jimin lo saco y acercó el hierro candente a la piel del anciano. Este grito pero nadie escucharía sus plegarias, nadie que no estuviera muerto, ese día no tendría a ningún aliado para morir acompañado, moriría solo y a manos de la persona que menos quería.

Cuando dejaron marcado el cuerpo de su víctima y vieron que esta apenas respiraba, lo cargaron a la camioneta,  quemaron la mansión con los cuerpos dentro sin dejar ninguno fuera, después de terminar se dirigieron a su siguiente objetivo y este a diferencia del otro, lo dejaron sin la marca de Bangtan y lo colgaron de un árbol donde la gente podría ver el cadáver, todo eso después de sacarle el paradero de tres compañeros, contaban con eso. Volvieron a casa cansados solo para tomarse una ducha y limpiar todo rastro de sangre, quemaron la ropa y después se fueron a dormir con toda la paz del mundo, cualquiera que los viera no podrían adivinar que esos chicos habían matado a dos personas esa noche.

Quedan ya pocos capitulos Piri Piri :v

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Pequeño Psicópata (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora