Capítulo 1: Su primer día de clases

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"Hola a todos. Ojalá que tengan una buena semana, yo la he pasado increíblemente bien en este fin de semana. La señora Marie es una dama muy amable y es muy atenta por si es que necesito algo, esta residencial es bastante acogedora y he dormido muy a gusto estos días. Les estoy enviando este mensaje antes de irme a acostar. Mañana comenzaré mi primer día en el Colegio y me encuentro bastante emocionado. Durante este fin de semana me la pasé conociendo al resto de los estudiantes que se quedan aquí y también comencé a pasear por algunas partes de París. Aprendí a cómo llegar al Colegio usando el metro, solo tardo 20 minutos así que no es gran cosa. París es una ciudad enorme, aún no puedo conocer todo lo que hay, La torre Eiffel es realmente algo majestuoso e indescriptible de ver, incluso puede verse desde lejos desde la azotea de la casona, el río Sena fluye con suavidad y la infraestructura de todos los edificios es encantadora. Me emociono mucho al pensar todo lo que podré hacer durante los siguientes días y me siento muy ansioso de conocer a mis nuevos compañeros de clase.


Los quiero muchísimo a todos.


Javier"


Ése correspondía al último mensaje que Javier había enviado a su familia la noche del domingo antes de ir a la cama, sabía que aún estarían en plena tarde cuando lo recibieran y era probable que a la mañana siguiente ya tuviera una respuesta. Se había cepillado los dientes luego de enviar ese email y se había ido inmediatamente a acostar. El despertador lo tenía programado para las 6:15 de la mañana, tendría aproximadamente dos horas para poder ducharse, desayunar y viajar al colegio.


Varias horas después y cuando finalmente ya comenzaba a amanecer en París y el despertador ya comenzaba a sonar, él ya se encontraba despierto; la emoción no le permitió dormir muy bien y a las 6 de la mañana ya se encontraba completamente despierto, decidió ir a ducharse antes de lo programado y guardó algunos cuadernos, lápices y la bolsa de caramelos en su mochila, esperaba caer bien y esperaba poder tener nuevos amigos allá. Ninguno de los estudiantes que vivían ahí estarían en su clase ya que casi todos correspondían a estudiantes de último año o estudiantes de otros colegios. Había estimado que llegaría a las 8 de la mañana a la escuela, pero por la anticipación con la que se levantó y debido a que aún el metro no pasó repleto cuando llegó a él es que terminó llegando cuando era aproximadamente las 7:30. Era un día templado y no vio necesidad de ir con mucha ropa abrigadora, tan solo se encontraba vistiendo sus pantalones de mezclilla y una camiseta color rojo. A la hora de llegar vio como es que aún no había muchos estudiantes, tan solo algunos cuantos caminaban por el gran patio interior del edificio pero ninguno parecía prestarle mucha atención, tan solo quienes se conocían permanecían juntos y hablaban silenciosamente por los rincones del lugar. Según las indicaciones recibidas su salón de clases correspondía a la puerta del primer piso que estaba junto a una de las escaleras que llevaba al segundo piso, pero no parecía haber nadie aún ahí. Silenciosamente y sin haber conocido a nadie aún se sentó en uno de los peldaños de las escaleras junto a esa puerta aún cerrada dejando su mochila junto a él en ese peldaño. Quiso saber si es que realmente ese era el salón al que tenía que ir, por lo que se inclinó hacia su mochila junto a él y comenzó a buscar en su interior hasta dar con su horario impreso. La celdilla que correspondía a su primera clase del día lunes indicaba que su primera clase era Química y que esa clase, y tal vez todas las demás que tendría que realizar, se realizaría en ese salón, el salón de la profesora Mendeleiev, quien sería su profesora.

- Hola... - escuchó de pronto y de manera muy tímida - ¿... me... dejas pasar por favor?


Miraculous: Alma oscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora