Capítulo 5: Una cruel amenaza

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- ¿Aún te duele el brazo? – preguntó Juleka, sosteniendo el brazo derecho de Javier y mirándole el pequeño moretón que se había formado

- Ya no – respondió él, sonrojado al ver que Juleka lo sostenía – pero si fue un balonazo muy fuerte



Hacía 20 minutos habían terminado la clase de Educación Física, la primera que Javier tenía ahí y resultó prácticamente igual a las que solía tener en su vieja escuela: Un trote inicial y calistenia para comenzar, la única diferencia era que, en vez de un partido de fútbol en el patio durante el resto de la clase, el maestro D'Argencourt, un maestro bastante delgado y alto con un bigote tan fino que parecía que estaba dibujado en su rostro, mandó a desarrollar varios partidos de quemados en donde se formaron 3 equipos de 5. Hasta la llegada de Javier siempre había un equipo que tenía un jugador menos, pero gracias a su inesperada llegada por fin podían jugar con tres equipos completos en el cual dos jugaban y uno esperaba afuera para jugar contra el ganador. Los grupos que D'Argencourt formó eran aleatorios, por lo que Javier jugó con Mylene, Kim, Adrien y Rose en su equipo, pero el moretón en su brazo se le formó en su segundo partido. Comenzaron ellos siendo el equipo que esperó afuera mientras el equipo de Marinette, Max, Iván, Sabrina y Juleka jugaron contra el equipo de Alix, Nino, Chloé, Nathaniel y Alya, ganó el primer equipo y fueron ellos contra los que jugó el equipo de Javier, aunque lamentablemente para él, fue el segundo en ser eliminado de su equipo y de una manera bastante dolorosa; luego de que su equipo lograra eliminar a Max al recibir un balonazo de parte de Adrien, fue Iván quien luego tomó la pelota y con un fuertísimo lanzamiento intentó darle al que estuviera lo más cerca de él, y ese alguien era Javier quien sin poder esquivarlo recibió ese fuertísimo pelotazo en su brazo, el involuntario grito de dolor que salió de su garganta detuvo durante un instante el juego y los más cercanos se acercaron a él mientras se encontraba de pie sosteniéndose su brazo con su mano izquierda, el maestro D'Argencourt también se acercó a revisar pero se alivió junto al resto de los compañeros de Javier luego de decir que estaba bien a pesar de que ese hubiese sido un pelotazo que le impactó a gran velocidad.

- No te preocupes – le dijo a Iván, visiblemente arrepentido por ese balonazo – estoy bien, sigue jugando y no te sientas mal


El enorme muchacho asintió mientras Javier salía de la cancha y se situaba en la parte posterior detrás de la zona enemiga para que continuara el juego.


Luego de eso solo le quedó una marca roja que lentamente se comenzaría a esfumar y ya sentía que al final de ese día ya no la tendría y eso era lo que Juleka veía mientras sostenía el brazo de Javier mientras iban a la cafetería a almorzar.



El almuerzo de ese día fue más acompañado para Javier, luego de conocer a casi todos ellos el día anterior y por la forma en que se había abierto con todos fue que se encontró en más confianza para sentarse junto a ellos en una mesa más grande. Así fue como terminó sentado en una mesa junto a Marinette, Alya, Adrien, Nino, Rose y Juleka, todos ellos conversando animadamente, riendo o preguntándole a Javier como estaba de su brazo.



Allá en su país la situación era bastante diferente, él allá no era de muchos amigos en la escuela. Conocía a sus compañeros de clase desde el primer año y siempre había estado con los mismos, pero debido a la timidez e introversión de sus primeros años no había podido cimentar muchas amistades, por lo que no tuvo muchos amigos en su primer año, cosa que estuvo arrastrando durante todos sus años siguientes. Era algo extraño, en todo su tiempo en la escuela, en los más de 8 años que llevaba había hecho a lo más 3 o 4 amigos, mientras que esos casi 6 días estando en París ya había conseguido más de 10. Se encontraba entonces viviendo en un sueño, un sueño en el cual no quería ser despertado y que le gustaría estar viviendo ahí para siempre, demostrando eso con una gran sonrisa mientras conversaba con todos sus amigos en aquel agradable almuerzo.

Miraculous: Alma oscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora