Capítulo 4: El enojo de Chloé

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Chloé Bourgeois era conocida por ser una de las chicas más impopulares de la escuela, lo cual se debía principalmente a su mala actitud hacia otros estudiantes, ante lo ruda o egoísta que podía ser y por la manera en que no parecía importarle nadie más, ésa era la razón por la que parecía no tener nunca amigos y la razón por la que nunca era invitada a pasar las tardes con sus compañeros de clases o a sus cumpleaños o por qué nunca nadie quería trabajar con ella, a pesar de eso, solo una persona se encontraba incondicionalmente junto a ella. Sabrina era aquella chica, bastante reservada y tímida cuando estaba sola, pero bastante leal a Chloé cuando estaban juntas, dispuesta a cumplir cualquier cosa que ella necesitara, sea cual fuese y sin importar todas las veces en que Chloé la explotaba. Sin embargo, y a pesar de todo, la personalidad dominante de Chloé y la personalidad retraída de Sabrina las hacían un dúo ideal; una que daba las órdenes y otra que las obedecía sin chistar, razón por la cual ambas podían verse consideradas como mejores amigas. No obstante, y luego de aquel martes luego de esa clase de física Chloé pareció darse cuenta que progresivamente algo comenzaba a cambiar con respecto a Sabrina.


Generalmente y luego de la última clase Sabrina iba junto a Chloé para cargarle su bolso mientras la acompañaba a la limosina que la esperaba aparcada afuera del colegio y preguntaba frecuentemente si es que necesitaba algo más o si quería que la acompañara u otras cosas así, esta vez fue algo diferente; Sabrina si iba junto a ella, y si iba cargando su bolso, fue ahí la primera alerta de Chloé, ya que se dio cuenta que Sabrina iba junto a ella caminando pero no decía ni una sola palabra, se había acostumbrado tanto a que Sabrina hablaba y hablaba en ese tramo que le extrañó no escuchar nada de ella, pero lo pudo asociar a alguna otra cosa. Notó también como es que Sabrina no le cerraba la puerta de la limosina luego de ingresar a ella, Chloé notó la ligera sonrisa que su única amiga tenía en su rostro, pero a pesar de ello se veía bastante desatenta y ni siquiera se había acercado a intentarlo.

- ¡Hey! – había exclamado ella - ¡La puerta!


Pestañeó un par de veces antes de oír esa indicación de parte de Chloé y recién ahí logró reaccionar.

- Oh, lo siento – dijo ella acercándose a la puerta y empujándola


Durante el resto de ese día y durante los siguientes días Chloé siguió notando sutiles cambios de parte de Sabrina, no la llamó para preguntarle si necesitaba otra cosa, no fue al hotel durante el resto de esa tarde para su manicure, no la llamó para volver a preguntarle si necesitaba otra cosa más, y no le preguntó después de cenar si necesitaba algo más.


"¿Estará enferma?" se preguntó Chloé al no sentir su presencia durante el resto del día "Algo le debe estar pasando"






La mañana siguiente correspondía a la clase de Literatura francesa en donde todos debían entregar sus tareas dadas el día anterior, no hubo nadie quien no la entregara, Javier la había hecho la tarde anterior luego de enviarle el mensaje diario a su familia y antes de bajar a cenar, Chloé no la había hecho pero entregó la que Sabrina le había entregado como siempre. Esa tarea fue la siguiente pista que mostró que algo ocurría con Sabrina, esto debido a que ella fue la única del grupo que, luego de la revisión de ellas, no había obtenido la nota máxima por la tarea. La señorita Bustier se había puesto a revisar todas las tareas a la hora de almuerzo de ese día y las entregó cuando comenzaba la clase de historia después. Llamó a Chloé al frente mientras todos se encontraban leyendo un fragmento de sus libros y le señaló que le faltaba la última parte del trabajo.

Miraculous: Alma oscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora