--No pienso contenerme
Unas intensas alas de fuego azul y rojo abrasaron el aire. El calor deformaba las siluetas, como si estuviéramos en un desierto ardiente.
No pude evitar sonreír, siempre había querido medir mi fuerza contra Deritri.
Como no había manera de que me atreviera a lastimarla, tenía la convicción de jamás usar todo mi poder, pero en esa ocasión, hacer algo así era un insulto contá su fiero espíritu de batalla.
--Yo tampoco.
Le sonreí con confianza extendiendo mis brazos a los costados.
Mi cuerpo se llenó de luz y lentamente mi cabello comenzó a decolorarse hasta tornarse rubio platinado, los restos de color rosado en las puntas emanaban un suave resplandor. En mis manos comenzaban a formarse pequeñas esferas. Tenía las alas plegadas,esperando el momento ideal para desenfundarlas como un par de espadas.
Nuestros compañeros de equipo guardaban su distancia, sabían que esto era serio y que no debían entrometerse.
Deritri fué la primera en atacar con una inmensa lanza de fuego rojo.
Alzó el vuelo y la dejó caer sin piedad, desde el suelo se veía como un dragón envuelto en llamas.Resistí usando mi propia emanación aumentando mi poder en mis brazos y formando una cruz.
El fuego paso a ambos lados hasta tocar el suelo como lava ardiente. Su poder era mucho muy intenso, más que cualquier otra vez.
Se escuchó un grito de Quinn, donde se suponía que estaba yo solo había un suelo rojo y crepitante.
Pero no había de que preocuparse, yo ya estaba arriba y comencé a lanzarle esferas de luz a la flama. Cual metralleta le disparé sin detenerme.
Las bolas de energía chocaban con lenguas de fuego que Deritri lanzaba de sus brazos como las magníficas alas de un fénix. El aire olía a magia y a fuego.
.
.
.
--No se supone que eran amigas?!
--Si, así es, pero les justa jugar feo.
Desde las gradas un aterrado Grimtel veía el piromaniaco bombardeo de dos lindas haditas. El estaba acostumbrado a las bailarinas delicadas, a las sabias maestras y así estricta abuela, en su pulcro y ordenado reino, no cabía la idea de violencia, mucho menos de peleas tan salvajes.
En cuanto al bumbdi sentado a su lado estaba más preocupado por sacar hasta el último moco reseco de su nariz que de la salud su amiga y su maestra.
--Segun el sabio Hyungo, las hadas luchan para cortejar a sus machos.
Lo que le resultaba más enervante a Grimtel eran los comentarios de la tierna duendecita que estaba a su otro lado. Si lo que ella decía era verdad, entonces Muedy tenía un prospecto entre los espectadores! En el peor de los casos uno de los magos de su equipo.
--Gox! Lo que dice ella es cierto?!
Grimtel sujeto al duende de la ropa y lo alzó hasta tenerlo frente a él. Sus ojos nerviosos buscaban vislumbrar un atisbo de verdad en esos tormentosos pedazos de cielo nocturno.
--No me importa --Gox miró a un lado con desdén --como a ella no le importa Gox.
Grimtel bajo al duende oscuro, el cual se quedó de pie con las patas cruzadas y muy enojado, con un hocico tembloroso acompañado por dos ojos brillantes. Viro a donde la bumbdi, la linda cosita esponjosa sollozaba conteniendo unas delicadas lágrimas con sus patitas.
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La Dama Blanca es un varón
FantasyÉl murió, eso es seguro... Y al reencarnar es un hada! Ahora buscara una forma de revertir su condición a toda costa y conquistar el corazón de su amada. Descubre si lograra su objetivo o finalmente aceptara ser una chica mágica con todo lo que ello...