Redar se sentó en una silla con el diario entre sus manos, esta vez la habitación de interrogación estaba completamente iluminada. Yo, sentado frente a el, movía mis piernas sin siquiera alcanzar el suelo. Miraba a mi alrededor fingiendo inocencia y después me di cuenta de que el mago se veía exhausto y con dejes de desilusión.
--Ahhhhh~
Su largo suspiro me pareció sospechoso y lo mire con recelo, su mirada distraída parecía perderse en pensamientos profundos.
--Señor guardia... Me puede regresar mi libro por favor?
Le pregunte con dulzura, el mago seguía absorto en sus pensamientos. Me levante y me plante en frente de el.
--Señor mago! Me esta escuchando?
-Eh? Que?! Que?!
Se sobresalto al verme tan cerca, estaba completamente perdido y lo saque de su trance. Recupero la postura y me pidió tomar asiento.
--Por que estaban afuera a estas horas de la noche?
Ignoró mi primer pregunta, pero eso ya no importaba. Seguir con el plan era lo primordial.
--Deritri y yo salimos para dibujar y leer cuentos, nos ayuda a olvidar...
Imprimir algo de tragedia a mis palabras pero el interrogador seguía distraído.
--Oiga! Va a seguir ignorando me o que?!
--Uh? Perdón niña, la verdad creo que esto no es ni necesario, además usar estas diademas fue idea de la regente solo porque Guilder y yo quedamos traumados por una pequeña... Ya se que no fue tu intención y que no querías hacernos daño y que hoy paso igual. Pero ya no tiene caso...
Quede mas que confundido con su respuesta, estaba hablando sin sentido y seguía estando distraído. Con mi emanación atraía la diadema sin que se diera cuenta y de un jalón se la quite. El se sobresalto y se puso de pie pero después se dejo caer en la silla de nuevo, me ignoro y dejo pasar por alto mi atrevimiento.
"Hoy perdí mi oportunidad... Soy un tonto! Si no hubiera sido por ese bumbdi estúpido... Ahhh Guilder..."
De pronto caí en cuenta de la situación después de leer su mente, era mas claro que el agua: el sujeto estaba enamorado de su compañera y al parecer Gox le arruinó la noche.
--Señor guardia, le paso algo? Se ve un poco triste...
Esta vez me prestó atención y comenzó, así de la nada, a contar su trágica historia...
Trágica historia del mago interrogador Redar
Guilder y yo nos conocemos de toda la vida, crecimos juntos en Spersia un pueblo al norte del reino de Bastes. Nuestro sueño era convertirnos en magos y conocer al supremo regente. Tenia trece cuando me di cuenta de que estaba enamorado de ella, estaba llorando porque su padre le dijo que nunca sería una maga y su madre jamas apoyo sus sueños de la infancia. Me decidí a que juntos cumplíriamos nuestro sueño y conseguimos el apoyo de la familia noble de Espherite para ingresar a la academia de magos.
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La Dama Blanca es un varón
FantasyÉl murió, eso es seguro... Y al reencarnar es un hada! Ahora buscara una forma de revertir su condición a toda costa y conquistar el corazón de su amada. Descubre si lograra su objetivo o finalmente aceptara ser una chica mágica con todo lo que ello...