La magia de conjuración no paraba de sorprenderme. Zak proyectó una imagen del laberinto, al menos de lo que estaba en nuestro campo de visión.
--Los primeros pasillos son estrechos y aparentemente con muchas trampas, en la parte media inferior los caminos se cruzan obligatoriamente con otros, así que los duelos son inevitables.
El conjurador explicaba su primer análisis e impresión del laberinto. A mí ver era bastante acertado.
--Si exploramos bien nuestra área podemos sacar ventaja y usarla a nuestro favor, pero tenemos otro inconveniente: quien llevará las insignias?
El mago arcano tenía un buen punto, pensé en llevarlas yo, pero acaso eso no sería muy obvio?
--Porque no se las damos a Muedy, es pequeña y veloz, solo tendríamos que protegerla.
Quinn pensó lo mismo, pero había una evidente falla en eso.
--No tiene caso, las hadas tienen prohibido volar por sobre los muros, pero volar está permitido, atacan a distancia y es difícil acercarse a ellas, es por eso que todos pensaran en darle su insignia al hada del equipo.
Alumbar dió con el clavo, eso significaba que si el enemigo atacaba al hada contraria, ellos mismos tendrían de guardiána de la insignia a su hada.
--Oh ya veo! Entonces que Zac lleve la insignia, eres un conjurador, así que puedes crear un escudo en la insignia, la desventaja es que si eres derrotado estamos perdidos.
--Fufufu.
Interrumpi a Quinn con una risilla muy a propósito.
--Dejenmelo a mi --me señale con el pulgar --serviré de distracción como si yo tuviera las insignias, me mostraré vulnerable y dejaremos que crean que han ganado, aprovecharemos esa oportunidad para quitarles la insignia, yo señalaré justo el lugar donde se oculta el portador con la runa de objetivo y listo! Juajajaja!
Creo que rei muy malévolamente, así que tuve que desviar la atención con un rostro inocente y pequeñas lágrimas falsas.
--Estoy acostumbrada a ser perseguida por gente muy mala, confíen en la pequeña Muedy por favor.
Lleve una de mis manitas a mi boca y los mire con timidez.
Quinn no se resistió y me abrazó, incluso el frio semblante del conjurador se ablando trágicamente y Zac apretó el puño mirando al suelo.
--Hagamoslo por la pequeña Muedy! No podemos defraudarla, o dejo de ser un mago!
--Siiiii! Pobre criatura! No te decepcionaremos hermanita! -- La chica de suave cabello rubio rosado y piel trigueña me apretó con fuerza mientras frotaba su mejilla con la mía.
Whoa! Podría jurar que tengo poderes de manipulación mental o algo así!
--No perdamos tiempo entonces.
Alumbar creo un escudo en la insignia y me pidió escribir una combinación de runas con mi magia de luz. Se leía: cadena anclada. Entendía un poco el principio, el mago guardo el orbe verde bajo su saco, si llegara a salirse de su lugar las runas lo halarian a él al instante.
--Protegeremos a Muedy, será el señuelo. Dejaremos que crean que han ganado y aprovecharemos para quitarles la insignia.
Todos asentimos, el plan básico estaba listo. Ahora solo debíamos explorar los pasillos de nuestro laberinto e identificar las zonas con trampa.
El tiempo llegó al límite, una bengala iluminó de la cielo esparciendo un humo rojo, la voz del rector nos alentó a iniciar la contienda.
--Que comience la carrera!
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La Dama Blanca es un varón
FantasyÉl murió, eso es seguro... Y al reencarnar es un hada! Ahora buscara una forma de revertir su condición a toda costa y conquistar el corazón de su amada. Descubre si lograra su objetivo o finalmente aceptara ser una chica mágica con todo lo que ello...