XXI

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Su más profundo e imposible anhelo era que el tiempo volviera atrás.

Cuando en sus interminables días de juegos solía quedarse exhausto admirando el pintoresco atardecer a través de la ventana de su habitación, mientras su madre se movía con maestría por la gran cocina preparando alguna de sus innegables delicias y su padre al fin llegaría del trabajo, solo unos minutos más.

Eran solo unos minutos más para estar a su lado, para tenerlo ahí, cansado pero mostrando siempre una sonrisa reluciente que marcaba sus hoyuelos.

Lo extraña a él.

Y la extraña a ella.

Extraña todo lo que era antes, todo lo que perdió en un abrir y cerrar de ojos sin que se le permitiera siquiera dar un solo paso, todo eso a lo que se vió forzado dejar en el olvido si pretendía seguir adelante. Porque bien sabia que las piezas del ajedrez continuaban moviéndose sin importar cuántos peones se perdieran en el camino, y los más fuertes, los que tenían la oportunidad de ir a más direcciones, continuarían hasta el final, hasta que el rey contrarío o su propio rey fueran derrotados.

Y ahora, cuando el tiempo no le tiene perdón a nadie, es que recuerda que está completamente solo en el mundo, que es una pobre alma rodeada de tormentas que le quitan el aliento casi por completo. Sus labios no se curvan, sus ojos no se entrecierran con ellos, sus dedos se desenredan de otros y tras una última mirada se pierde. Él ya no tiene nada, así llegó a la vida y así estaba a punto de marcharse. Porque solo era un peón más.

Dispuesto a morir por su adorado rey.

» Tras salir victorioso de una pelea a muerte contra el señor Do, P

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» Tras salir victorioso de una pelea a muerte contra el señor Do, P.J tomó el mando del Subterráneo, convirtiéndolo en un matadero de personas inocentes. Yo no sé quién es él, su rostro y su nombre real es algo totalmente desconocido para la mayoría de nosotros, solo sus guardias conocen su verdadera identidad, y aún así se encuentran bajo amenaza, obligándolos a mantener la boca cerrada.

—Escúchame, entraron dos hombres al cuarto de JiMin.

—¿Qué?, ¡Ve a ayudarlo!

» ¿Kim JongIn?, si, seguramente está ahí, ¿Qué que harán con él?, es bastante obvio, lo van a convertir en una rata de laboratorio, van a experimentar con su cuerpo hasta que no dé más. Al parecer ellos descubrieron. . .algo interesante, algo que podría iniciar la creación de una cura, pero lamentablemente el precio a pagar es la vida de cientos y cientos de personas.

—¡No puedo!, Me están apuntando con un arma, ella. . . ¡La señora Park nos quiere disparar!

—Oh dios, ¿Qué carajos me estás contando?

» Ya te dije todo lo que sé, hicimos un trato, yo hablo y tu me dejas irme con mí hermana, ¿me quieres soltar de una jodida vez?, ya quiero largarme de aquí.

INFECTEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora