¿Ups?

405 25 0
                                    

Nate me había llamado. Me invitó a salir y andar un rato en skate. Como los viejos tiempos.

Yo acepté.

Iríamos al parque que tanto visitaba últimamente.

Al llegar ya estaba allí. Me miró, sonrió e hizo una seña de 'Las damas primero' señalando esa tabla de cuatro ruedas.

Yo sabía andar en skate; él me había enseñado.

En un momento me distraje y... ¿Les dije que soy extremadamente torpe?

Sip, me caí. Y no solo eso. Me fracturé el brazo derecho. ¿Y si le agregamos que fue una fractura expuesta?

Auch.

No dirigió una sola palabra, estaba aterrado. Pobrecito.

Me levantó y me llevo a un hospital.

Gracias a Dios que estaba a unas dos calles.

Aguarde 10 minutos y me hicieron entrar a una sala. Con una camilla. Y agujas. Y si, una termino en mi brazo. La enfermera dijo que calmaría el dolor.

Luego vino un doctor que me acomodó el brazo. Yo no sentí nada. ¿Recuerdan la anestesia? ESTABA DROGADA.

-Lo siento.

-Nate, no fue tu culpa.

-Es que no puedo evitar sentirme culpable, si sólo... No se, hubiera creado otros planes...

-Hey, no es tu culpa. Enserio, me salvaste de la tarea.- Hice una ola con mis cejas y el sólo rió.

Terminada la conversación tomé mi teléfono.

Mandé un mensaje a mis amigas contándoles todo. Llamenme rara pero siempre quise saber que se sentía fracturarse un brazo.

Leí un poco en Twitter, jugué Piano Tiles... Era lo único que se podía hacer en un momento así.

Al levantar mi cabeza tenía los ojos marrones de Nate mirándome... Fijamente. Como un acosador.

Yo también lo miré.

Estaba a punto de suceder lo insucedible... O como se diga.

El espacio entre nosotros disminuyó. Nos acercábamos cada vez más. Estábamos a punto de tocarnos.

La puerta.

Me voltee.

Oh oh.

Era Matt.

¿Cómo rayos se enteró?

El me miró con cara de decepción. ¿Por qué?

Oh vamos, estaba drogada. No sabía lo que hacía.

-¿Interrumpo algo?- Dijo Matt burlonamente.

-De hecho si amiguito. Agradecería que salieras por donde entraste.

-¿Y si no quiero?

Ups, esto no sera nada bueno.

Este no es otro clicheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora