El rey de los imbéciles

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Entré a mi clase algo alterada.

¿Quien rayos se creía que era?

Me senté, me puse mis audífonos y me encerré en mi burbuja.

La paz y la tranquilidad jamas duran demasiado en mi vida.

-¿Me extrañaste?

-Mi cara esta aquí, imbécil.

El tan pervertido me estaba mirando los senos.

-Estaba viendo tu collar. ¿Que dice?.- Lo tomo entre sus manos.

-Nada.- Se lo quite.

-Imbécil. Estas en mi lug... Oh perdón Paul.

Maxinne. La mas zorra de las zorras.

Dicen que logró terminar la relación entre Lucy y Nick.

Y me miró.

Estoy muerta.

-Córrete. Vamos, no tengo todo el día.

-Esta bien.

Me levanté y me fui hasta uno de los bancos atrás.

En esta clase no tenía a nadie de mis amigos y estaba completamente sola.

Volví a colocarme mis audífonos, los cuales me quite cuando Maxinne se me acercó.

El profesor entró y yo seguía en mi burbuja.

¿Recuerdan la parte de que si no fuera por mis amigos me iría pésimo?

Luego de unos eternos cuarenta y cinco minutos terminó la clase.

No tenia mas clases así que me fui a mi casa.

Quedaba algo lejos así que Andrew siempre me lleva.

Es un buen amigo.

-Gracias An.

-De nada, Rojita. Nos vemos.

Baje de su auto y me adentre en mi casa.

-¡¡Mike!! ¿Estas?

-Aquí estoy. Aguarda.

Oí susurros desde arriba y ví a Mike bajando con... ¿Una chica?

No, no es gay. Pero, tiene novia.

-Ella es Michelle. Es mi... Uhm... Amiga.

Mike... No soy idiota.

-Un gusto.- Me sonrió falsamente.

-Hey, vamos al parque, ¿Si? Luego nos vemos.

El y Lucy son novios hace bastante.

No quiero creer que la engaña.

Que haga lo que quiera con su vida.

Aunque me dá algo de lastima Lucinda.

Alejé esos pensamientos de mi cabeza y me interne en mi cuarto... Con comida... Mucha.

Hoy era lunes de The Walking Dead.

Tara, Tara, Tara, ¿Cuando aprenderás? Maggie y Rosita no son lesbianas como tú. No las mires acosadoramente.

En este capitulo lograron que llore.

Si, me emociono mucho cuando veo The Walking Dead...

Terminó, me puse triste porque terminó, y me fui a dormir.

Hoy fue un día largo.

Este no es otro clicheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora