Tarde

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¿Que cómo reaccioné tan calmado cuando la ví?

Fácil; ya la había superado.

Había superado su sonrisa, su mirada, su alegría, su optimismo por todo, sus enojos, su risa, absolutamente todo.

El hecho de que trabajara con ella no me hacia su amigo de nuevo, y menos que menos significaba que me volvería a enamorar de ella.

Este es otro Matt Daniels.

LUCY' S POV

¿Mi vista fallaba o realmente era Matt?

Si, era él. Pude ver su cara de asombro. ¿Qué esperaba? ¿Que corriera a sus brazos? No soy la misma Lucy de hace dos años. Digamos que me hice mas fuerte y mas fría.

De seguro estaban en el departamento porque Jake los contrató.

Aguarden; Matt no estaba solo. Había otro chico que no distinguí. Meh, da igual, ya era tarde y mañana tenía que ir a trabajar.

Me acosté en mi cama y sólo dormí.

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Me desperté muy apurado. Estaba llegando tarde. Para variar, mientras tomaba el café, pensaba en Lucy y en que le diría si me reconoce y sucedió... Tiré todo el café sobre mi camisa.

Me cambié rápidamente y me percaté de algo; Nick no estaba.

De seguro él ya había salido para la empresa y ni siquiera me había despertado. Vaya amigo.

Salí de mi departamento y la ví cerrando la puerta del suyo.

Me la quedé mirando un instante. Estaba vestida de secretaria. Ese debía ser su puesto en la empresa.

Guardó su llave en su cartera y tomó el ascensor.

Yo seguía allí, parado. Completamente quieto. ¿Me habría visto?

-¿Bajas?.-Su voz me sacó de mis pensamientos.

-¿Uhm? Si, claro.

Antes de subir miré al MiniAscensor. El espacio era muy pequeño.

Pero subí; después de todo, ¿Qué podía pasar?

Al subir mi brazo tocó el suyo. Me dió corriente; electricidad.

Parece que el efecto fue para ambos ya que ella me miró y luego miró su brazo.

Toqué el botón que los llevaba hacia abajo y esperé.

Salió ella primero y yo luego. Y al salir a la calle recordé.

No tengo auto, ni se que transporte tomar.

Rayos.

-Oye, ¿Crees que podrías llevarme a la empresa? No tengo en que ir.

-Uhm, si, claro. Mi auto esta por aquí.

Era un auto bonito, color gris. Una parte del techo se podía abrir, y por la matricula parecía que tenía un año.

El viaje estuvo en silencio. Aunque su móvil lo había roto unas dos o tres veces. Como estaba en el medio de ambos asientos me tomé la atribución de ver que era.

Era una llamada.

De alguien llamado George.

¿Quién rayos era George?

Este no es otro clicheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora