Aviones, selfies y cosquillas

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-Despierta Bello Durmiente. -Risa desenfrenada.- Eso sonó muy gay. Maaaaatt. Despierta.

Era Lucy. Intenté moverme pero no pude. Estaba sentada sobre mis piernas.

-Matt.-Saltó sobre su trasero.- Matt.- Lo volvió a hacer.-Matt.- Seguía haciéndolo.-Matt.- Volvió a saltar sobre mis piernas.- Matt.- De nuevo.-Ma...-Parecía una niña pequeña.

-¿¡Que!?

-Despierta. Debemos irnos y tú aún no has despertado.

-Dejame un rato más.

-¿Ah si?

Me tomó por los brazos e intentó levantarme.

Ilusa.

No pudo.

Aguarden. ¿Qué hace?.

Oh no.

Paso del otro lado de la cama y me tiró de la misma.

Me paré y ví su carita. Era desafiante y a la vez traviesa.

Me acerqué a ella y la tomé por la cintura.

La subí a mis hombros mientras ella pataleaba; de nuevo, como una niña pequeña.

La deje sobre la cama y comencé a hacerle cosquillas.

Ella lloraba de risa y rogaba que pare.

Era hermosa.

De repente se oye All of Me de John Legend. Era su móvil. La estaban llamando.

Ella estaba dispuesta a sacarlo de su bolsillo trasero pero en un movimiento me hizo perder el equilibrio y quedé a centímetros de su boca.

Ella me miraba. Directo a los ojos.

Zas.

Me quemaban sus hermosos ojos cafés.

Sonrió.

-Matt...

Era Nick.

-¿Interrumpo algo? Lo siento.

-N...no... N...no suced...de nada. S...solo perdió el equilibrio y se calló.-Lucy estaba nerviosa.

-Si, como digas linda.

¿Linda? Vaya amigo.

Estoy cien por ciento seguro que lo hizo a propósito. Aggg lo mataría.

Pero debo pensar en el viaje y en Lucy, sólo para mí por unos días.

¿Qué puede salir mal?

En una hora ya estaba listo. Tomé mi maleta y Lucy tomo las de ella.

Viajamos durante media hora pero llegamos sanos y salvos.

Esperamos una eternidad en el aeropuerto y luego, abordamos.

Debo serles sincero. Dormí casi todo el viaje.

Me desperté dos horas antes de llegar.

Tomé mi celular y lo desbloquee. Se abrió la galería de imágenes. Pude ver tres selfies de Lucy conmigo mientras dormía.

Es muy tierna.

Y ahora era el momento de la venganza. Ella dormía.

Una foto tras otra tomé. Se veía súper linda.

Ay dios. Sueno como un completo gay.

¿Qué hiciste conmigo Lucinda Darwin?

Este no es otro clicheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora