Llegamos el centro comercial y estallaba de gente.
Con suerte podía respirar.
-Que esto empiece.
Recorrimos cada tienda y compramos absolutamente todo lo que nuestro dinero nos permitía.
No era mucho; era solo lo ahorrado durante meses.
Cuando ya tenía tres bolsas en mi mano izquierda y dos en mi mano derecha, no s sentamos a descansar.
-Me hago pipi.
-Ve; yo te espero aquí.
¿Recuerdan que la tranquilidad en mi vida no dura demasiado?
Empezaba a oler a zorra aquí.
Y tenía que ser.
Stephanie Dickenson y Maxinne Westphield.
¿Esas faldas les permitían a sus pies moverse?
Parece que tuvieran sus muslos atados con una soga e intentaran caminar.
Así como se lo imaginan.
Por favor que no se acerquen a mí.
...
¿¡PARA QUÉ HABLE!?
-Hola... Uhm... ¿Lilli cierto?.- Dijo Stephanie con cara de asco.
-Si.- Sonreí falsamente.
-Que raro que estés sola... Ah es verdad. No tienes amigos.
Oh no.
Le escupiré la cara.
Ahora mismo.
-Bueno. Nos vemos luego, ¿Si?
Dicho eso se fueron.
Y al instante volvió Marcy.
-¿Es idea mía o las zorras estan aqui?
-Yiep. Ya tuve una charla... Agradable.-Dije haciendo una mueca de asco.
Sonrió.
-Tengo una idea. ¿Quieres ir al cine?
-Claro. ¿Que veremos?
-No lo sé. Ya veremos luego.
El cine y el centro comercial estaban juntos por lo que las cosas no fueron muy difíciles.
Llegamos a la fila y...
Muchos chicos juntos con hormonas...
Ninguna chica cerca.
Yo con short y Marcy en falda.
Esto no saldría bien.
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Este no es otro cliche
Teen Fiction"Dicen que cuando estas enamorado el tiempo de detiene... Y es cierto." Matt Daniels, un chico frío; con un pasado que no quiere recordar, es uno de los narradores de esta historia. Nos cuenta la historia de cómo conoció a Lucy, una chica alegre...