Los sentimientos apestan

324 20 0
                                    

Toqué la puerta.

Oí pasos y el picaporte se abrió.

-No estoy lista aún. Puedes sentarte donde quieras.

Otro dejavú.

< -Que aún no termino. Pasa antes que alguien me vea.

-¿Llegué temprano?

-No, no es eso. Es que... me distraje. El idiota de Mike.- Supuse que era su novio.- llamó para darme explicaciones. ¿Puedes creer que dijo que la zorra esa se estaba muriendo y la estaba dando respiracion boca a boca? Aggg. ¿Me ve cara de estupida?. Sientate en el sofa y no se, mira algo. - Sonrió y entró al baño.>

-Hey. No es necesario que te arregles.

-¿Enserio? Gracias a Dios. ¿Te molesta si me quedo en pijamas?

-No. Te hacen ver linda.- Le guiñe el ojo en forma de broma.

-¿Sabes que te hace ver lindo a ti? La boca cerrada. Si.

-Sabia que era irresistible.

Soltó un suspiro dando a entender de que cierre la boca.

Supongo que no debo de ser tan frío.

<Matt, Matt, Matt. ¿Cuando aprenderás? Ella te abandonó. Se fue. Puf. Se esfumó.>

Debo admitir que mi voz interior tenía razón. Ella se fue. Me dejo solo. Intentando superarla.

-Comencemos.

Tomó dos maletas. Y mucha ropa.

-Todo esto se supone que debe entrar aquí.- Me indicó señalándome cada cosa.

-Lucy... Son sólo unos días. No una eternidad.

-Lo sé, pero... Intentemos meter todo lo que podamos.

Estuvimos una hora empujando ropa en su maleta.

-¡Terminamos!

-Por fin. Oye... ¿Tienes planes para esta noche?.- Decidí lanzarme a la piscina... ¿Que? Es una metáfora.

-Uhm... Dejame ver.

Puf.

El agua de la piscina se desvaneció. Junto conmigo dentro.

-Claro. ¿Que tienes pensado?

-¿Recuerdas esa vez que Mika llegó tarde a por mi y vimos la maratón de Hora de Aventura?.-asintió.

-Dime que estas insinuando lo que estoy pensando.

-Leí que hay una maratón de cuatro horas... Dos de Hora de Aventura y dos de...-No me dejo terminar.

-¡REGULAR SHOW! ¡TE AMO!.-Me abrazó.

Y ahí viene.

Preparense para ver a la gran Lucinda Darwins sonrojada.

Se separó rápidamente de mi y ahí estaba. El color rojizo en sus mejillas.

Me encantaba cuando se sonrojaba.

Me encantaba todo de ella. Su sonrisa, su mirada, su histeria... Aguarden. ¿¡QUE?! No, no, no, no, no. Esto no me puede estar pasando.

Ya la superé.

No puedo volver a enamorarme.

<Matt querido... Nunca la superaste. Te gusta. Como tu voz interior te doy un consejo; lucha por ella. Ella realmente vale la pena. Hazlo>

¿Me gusta Lucy?

Tal vez mi voz tiene razón... Tal vez nunca logré superarla. Tal vez, solo tal vez, estoy perdidamente enamorado de ella.

Solo tal vez.

Este no es otro clicheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora