¿Respondo?
Si.
Voy a hacerlo.
Si es Paul le diré que se lo olvidó y si es alguien más puedo fingir que soy Paul.
Eres una genio, Lilli.
Deslice el botón verde y contesté.
Puse voz de hombre pero a la vez no tan masculina, ya que si era Paul seria extraño.
-¿Hola?
-Lilli, soy Paul. Creo que olvide mi movil.
Piensa, piensa. Sé la víctima.
-Oh si, me despertaste. Gracias por eso.
Perfecto Lilli.
-Lo lamento. Paso por el en cuanto pueda.
-Muy bien. Adiós.
Colgué.
Error.
Jamás debería haberle dicho que podía pasar por aquí.
No, no exagero.
Eran una y media de la madrugada y tenia en la puerta a Paul tocando timbre.
-Tú le dijiste que podía venir.- Me dije a mi misma.
Si, pero no por la madrugada. A una hora razonable.
Iba a ser una larga noche.
**
Mi plan funcionaba.
¿Creen que olvide mi móvil?
Novatos.
Lo dejé allí a proposito. Tendía una excusa para visitarla.
-Y... ¿Has cenado?.- Pregunté rompiendo el incomodo silencio.
-No, no suelo cenar.
-¿Por qué no?.- Pregunté.
-No me da el tiempo.
-Pues hoy tienes un macho pecho peludo aquí a tus servicios.
Ella rió pero luego ,cuando notó que la había visto, dejó de hacerlo
¿Ya puedo besarla?
Oh, cierto.
Ella no me ama.
"Enamorala con acciones, no con palabras"
Eso haré.
-Y a ver... ¿Que tienes aquí? Nuestras opciones son, pizza a domicilio, sushi a domicilio, una manzana, y por ultimo.- hice la acción de redoblar tambores.- yo invito un Mc Donalds.
-Punto uno; esta cerrado. Y punto dos; no intentes llenar mi cuerpo de grasas.
-Así tengo mas de donde agarrar.- Ella puso una cara pícara y me pegó en el brazo derecho.- ¿Quieres comida cacera? Comida casera será.
-Quiero ver eso.- Dijo subiéndose a la encimera.
-Lo harás.
Y no sé como haré yo para no violar a Lilli.
Paul, eres fuerte. Que una chica no te controle.
**
No. Puedo. Más.
Tenia a Lilli sentada sobre la encimera a mi lado.
Mientras cocinaba.
A la mierda el control.
Voy a explotar.
Todo mi ser va a explotar.
DISTRACCION. MODO TORTUGA.
-Mira.- Le dije señalando a la ventana.
Ella miró.
Tenia pensado que cuando voltee le estamparía mi dedo en su mejilla.
Error.
Le metí el dedo en el ojo.
-Au.- Dijo.
-Perdona. Déjame ver.- Fui hacia ella.
Tomé su cara y quería ver su ojo cuando alguien me pellizcó una de mis bubis masculinas.
-Eso tienes por querer picarme la mejilla.
Yo aún estaba a centímetros de su cara.
La noté nerviosa.
Pero no incomoda.
¿Y si ella no quería?
Arruinaría todo lo conseguido.
Aunque es poco.
-Escuch...
No me dejó terminar.
Me besó.
Me.
Besó.
¡Me besó!
¡ME BESÓ!
¿Me besó?
Si, me besó.
Punto para McPocket.
La tomé de la cintura y tal vez un poco mas abajo.
Ella seguía sentada en la encimera.
Ella me tenía sujetado de la nuca.
Yo guiaba el beso, pero ella no se quedaba atrás.
Sus piernas estaban al rededor de mis caderas.
Dicen que no es un buen beso sin lengua y sin mordida.
Vamos a darle al público lo que quiere.
Fue uno de los besos mas largos de toda mi vida.
No me aburría de él.
Ni de ella.
Me corrí un poco hacia atrás.
Ella se bajó de la encimera.
Nos separamos ya que estábamos cansados.
-Em, bueno, ¿Quieres ver una película?.- Me dijo sentándose en el sillón.
Yo fui con ella.
-No, te quiero a ti.
Y todos sabemos que sucedió después.
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Este no es otro cliche
Roman pour Adolescents"Dicen que cuando estas enamorado el tiempo de detiene... Y es cierto." Matt Daniels, un chico frío; con un pasado que no quiere recordar, es uno de los narradores de esta historia. Nos cuenta la historia de cómo conoció a Lucy, una chica alegre...