Siguiendo Pistas: Capitulo V

115 7 0
                                    

Ella abrió la puerta.

Vi su rostro. 

No tenia nada fuera de lo normal. 

Solo unas marcas rojas en su muñeca derecha. 

No pude verlas con detalle; ya que ella no me las mostró.

Solo fue hacia el baño y oí el agua del grifo caer. 

Luego salió con una venda en dicha muñeca.

**

Por el proximo mes no hable ni me acerqué a Lilli.

Me quedé con alguien que me necesitaba; Jane. 

Pero a veces a quien mas quieres te traiciona.

Y eso sucedió.

Ayer por la noche.

La oí hablando por teléfono.

Ella creía que yo estaba durmiendo.

Recuerdo todo lo que dijo. Absolutamente todo.

"-No, en realidad no me corté. Pero ya sabes que Paul es mio. No. No le diré. Que crea que me corté, así nunca se irá."

Estaba susurrando.

Me acerqué por detrás y me la quede observando. En silencio.

Luego de unos segundos, tal vez un minuto ella se volteó.

Su cara de asombro era magnifica.

-Me voy.-Le dije.

-No, por favor...

-¿No por favor? Deje a la persona que amo por estar contigo. Me voy.

Y me fui. A mi hogar.

Aún no puedo creer que me haya mentido, y yo me lo haya creído. Deje de lado a Lilli por ella.

¡Por ella! ¡Maldita sea!

No puedo ir con Lilli y decirle que quiero volver con ella.

No puedo...

¿Que hago?

Piensa Paul, piensa.

**

¿Por qué me siento vacía?

Ya hace mucho tiempo que me siento así.

No sé por qué.

Es por Paul, tontita.

No, no lo es.

¿O si?

No. Definitivamente no.

No es por Paul...

¿A quién quiero engañar?

Si es por Paul.

Lo perdonaría, claro, si viera que se arrepiente.

Ya esta arrpenetido. Dijo que lo sentía.

Ya lo se... Es que... No me juzgues. Soy mujer, soy vengativa como cualquier mujer.

Yo no te juzgo. Yo soy tu misma, tu te juzgas.

¿Habra un interruptor de apagado para la voz de mi conciencia?

En fin, dudo que me encuentre.

¿Que por qué?

Porque soy Lillian Collins.

¿Que? Es verdad.

Aquí en Escocia mi nombre es Summer Collins.

No me cambié el nombre.

Digamos que Summer es mi segundo nombre.

No es ilegal.

Espero...

Este no es otro clicheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora