Bruce

267 21 3
                                    

Luego de un breve viaje llegamos a un bar ambientado como la década del ochenta.

Entré y... Vaya que Mika tenía razón.

Había muchos chicos lindos.

Y cuando digo lindos, son LINDOS en mayúscula.

-Hola linda. ¿Tienes algo esta noche?.- Un pervertido apareció detrás de mi y me guiñó el ojo.

-Iu, quítate.

-Tu te lo pierdes frutillita.

Se fue. Gracias a dios.

-Hola.- Era una voz de mujer.-¿Eres lesbiana?

-No...

-Rayos.- Se alejo lentamente tirando besitos.

Por suerte en toda la tarde no se me acercó nadie más.

Ya estaba a punto de irme cuando...

-Hola muñeca. ¿Vamos pa' lo oscurito?- Me tomaron de la cintura.

-Largo, pervertido. Ayyyy ayuda. Me quieren violar. Treinta y tres doce, tenemos un treinta y tres doce.

El hombre/travesti/cosa que me tomó comenzó a reírse a carcajadas.

-P...perdón... P...por eso.- Siguió riéndose.- Soy Bruce.

-Gracias por el susto.-Dije recuperándome.

-Perdón. Es que es lo único que puedo hacer para divertirme. Mis amigos me obligan a venir.

-¿A ti también? Yo tengo un problemilla por allá.- Le señalé con la cabeza a Mika que me hacía pulgares arriba.

-Ni lo digas. Y... Creo que aún no tengo el gusto.

-Soy Lucy.

-Un gusto.- Dijo haciendo una reverencia.

-Es hora de cerrar. Tienen diez putos minutos antes que salga con la manguer... Suelta eso niña malcriad... ¡Jamas! ¡Metallica es la luuuuuuuuuz! Paz.

Todos comenzamos a reír.

-Bueno, creo que es hora de despedir...

-Hey, ¿Por qué no vienes a casa y se siguen conociendo?.- Mika... Te mataré.

-¿No me secuestraran?- Sonreí.

-No, te doy mi palabra. Vamos, galán. - Dijo Mika.

Hicimos de nuevo todo el viaje hacia el departamento.

Subimos los pisos y entramos al departamento.

-Ya era hora, ¿No?- Matt me miró y luego miró a Bruce.- ¿Quien es él?

- Es un amigo de Lucy.-Mika contestó antes que pudiera siquiera decir una palabra.

-Hola, soy Bruce. Un gusto.- Le extendió la mano a Matt.

Matt no respondio. Y le chocó la mano. No en señal de amistad.

Será una noche larga.

Este no es otro clicheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora