1. La Decepción

2.3K 66 3
                                    

Después de ese espantoso examen de Matemáticas, lo único que me alegraba era ver a mis amigas y a mi novio. Me encantaba el estilo tan casual que tenía Matt, sus rizos castaños siempre alborotados, su imponente físico que dejaba con la boca abierta a más de una cuando pasaba junto a ellas. Pero lo que más me gustaba de él, eran sus hermosos ojos verdes, aunque la mayor parte del tiempo los ocultaba tras unas gafas de sol.

—Mimi— escuché a Mónica después del examen.

—¿Sí?— me giré hacia ella.

—Hoy por la noche es el cumpleaños de Connie y queríamos invitarte a su fiesta ¿te apuntas?

—Claro, Matt y yo estaremos allí.— le sonreí.

—Perfecto. Nos vemos más tarde.

Decidí quedarme después de clases para hacer un examen que me ayudaría con mis calificaciones, de la siempre odiada, materia de Matemáticas. La verdad no entendía porqué Matt y Claudia no habían tenido que hacer ese tonto examen, si ambos tenían peores calificaciones que yo.

Pero eso no importaba. Había estudiado muy duro y estaba segura que saldría con una buena calificación.

Me dirigí al estacionamiento del instituto, ahí me esperaba Matt. Y sí, me dolió, porqué ahí estaba él, besándose o mejor dicho, tragándose a la que se decía llamar mi mejor amiga.

—¿Interrumpo, cierto?—mi orgullo no me dejaría derramar ni una sola lágrima frente a ellos.

—¡Mimi!—Matt apartó rápidamente a la castaña—. No es lo que crees, cariño...—comenzó a acercarse a mí.

—Matt— la ojiazul se colocó a su lado-. Dejemos de fingir. Es obvio que Mimi se dio cuenta de que hay algo entre nosotros—sonrío-. Después de dos años, pero por fin se dio cuenta.

El hueco en mi corazón se hizo más profundo. En estos años había aprendido a querer a Claudia como a una hermana y pensé que ella también me quería de la misma forma, ¡qué estúpida fui!

—Mimi, dime ¿enserio nunca sospechaste que Matt te engañaba? ¿nunca te pareció raro que cuando él no podía ir a ningún lugar contigo yo tampoco pudiera?

Miré a Matt. Hacia unos días lo había invitado a la cena de aniversario de mis padres, pero él no fue, excusándose que tenía que acompañar a su madre a no sé dónde. Y luego, Claudia, también me dijo que tenía que ir con su madre al centro comercial.

—¿Entonces...?

—Así es cariño, Mimi.— su estúpida sonrisa se hizo más grande-. Todas esas veces, él estuvo conmigo, besándome, recorriendo cada centímetro de mi cuerpo. De hecho, mientras tú hacías ese examen, nosotros nos hemos estado divirtiendo en un hotel.

De nuevo besó a Matt, y éste le correspondió.

Sentía tanta rabia que lo único que pude hacer fue irme de ahí lo más pronto posible, si no las cosas terminarían mal. Pero, para mi mala suerte estaba lloviendo y por si fuera poco hoy acababan de llevar mi coche al taller mecánico.

¿Qué más podría pasarme ahora?

Odiaba tanto mi vida. Matt había roto con mi corazón como nunca nadie lo había hecho antes. Yo de verdad lo amaba y él sólo estuvo jugando conmigo todos estos años. ¿Cómo no me di cuenta? ¿Cómo pude pensar que un chico como él podría salir conmigo? fui tan imbécil.

El sonido de un claxon me hizo salir de mis pensamientos. Me encontraba enfrente de un coche, el cual casi me arrolla, pero gracias a Dios la conductora alcanzó a frenar a tiempo.

—¿Está bien, señorita?—del coche salió una mujer de unos veintitantos años.

—Sí, no se preocupe.

—¿Enserio? ¿Puedo ayudarla en algo? ¿Llevarla a algún lugar?

—Muchas gracias, pero no es necesario, ya estoy cerca de mi casa.

Los claxon de los demás coches empezaron a sonar.

—De acuerdo. Discúlpeme de nuevo, espero que le vaya bien.

—Igualmente.

Me apresuré a cruzar la calle y después de unos minutos ya estaba enfrente de mi casa, con toda la ropa remojada.

La Profesora (Warmi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora