26. Yo no te quiero

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Mimi se encontraba dentro de su coche con la cabeza pegada al volante.

Estaba tan frustrada.

Ella estaba más que segura de que ganaría. Había visto todos y cada uno de los cuadros, y el único que podía haber representado un peligro, era el de ese tal Rory. Por eso, cuando se enteró de que él había obtenido la tercera posición, se vio con la victoria en la bolsa. Pero obviamente subestimó a alguien, y ahora ese alguien tenía su cinta de primer lugar.

Un ligero golpe hizo temblar el cristal de la ventanilla del piloto.

Mimi suspiró un par de veces y alzó la cabeza, preparada para decirle a quien sea que estuviera mirándola, que se fuera.

Pero no esperó que esa persona fuese Ana.

—¿Qué quieres?—bajó la ventanilla.

—Baja—le ordenó ella.

—No.

Ana no perdió más el tiempo tratando de convencerla, cuando era más que claro que no la haría salir por intención propia.

Metió su mano por la ventana y quitó el seguro de la puerta, y en menos de dos segundos ya tenía a Mimi a fuera, contra la puerta.

—Si vienes a decirme que todo es mi culpa, te ahorro el trabajo, eso y mucho más lo tengo muy claro. En cambio, si vienes a burlarte de mí, hazlo rápido antes de que termine por quebrarme.

—¿Qué clase de persona te crees que soy como para hacer eso?—se sintió molesta y triste por el concepto con el que Mimi parecía tener de ella.

—Ninguna, pero me lo tengo merecido—la chica suspiró mientras se relajaba aún más contra la puerta—Tú tenías razón, no soy tan buena como creía, y mucho menos como alardeaba serlo. Si Leonardo hubiera venido en mi lugar, estoy segura de que el instituto se habría ganado esa primera posición. Pero como siempre, tuve que empecinarme y...—Ana negaba enérgicamente de un lado a otro, de tal forma que la hizo callar.

—Las cosas habrían tenido el mismo resultado, hubiera participado Leonardo, tú o quién sea.

—¿Cómo puedes estar tan segura de eso?

—El concurso estaba amañado.

Mimi frunció el ceño.

—¿Qué?

—La chica que ganó es la hija de Greyson Penry-Brown.

—¿Por qué ese nombre se me hace familiar?

—Porqué él es quien pone el dinero en este tipo de concursos.

—¿Por qué no dijiste nada?

—Lo estoy haciendo ahora.

—Tenemos que ir y...—la morena no le permitió el paso.

—No vas a conseguir nada.

—¿Vamos a dejar las cosas así?

—Aunque no quiera, tenemos que hacerlo. Penry tiene mucha influencia en el país.

—¿Y eso te da miedo?—enarcó una ceja, molesta.

—No, o por lo menos no por mí—suspiró—Mimi sé que deseas más que nada entrar en el Royal College of Art, él tiene los contactos para hacer eso posible o para cerrarte todas las puertas, y no sólo de aquí, hablo que todo el mundo.

—¿Y por mi vas a dejar que Brown y su hija se salgan con la suya?

—Mimi, ya habrá más concursos, pero tienes que olvidarte de esto, ¿vale?

Ella suspiró una vez más y se relajó de nuevo contra su coche.

—¿Si te pregunto algo, me contestas con la verdad?—Ana asintió—¿Me quieres?

Ana no hacia lo "correcto" todo el tiempo, pero era una persona a la cual no le gustaban las injusticias y mucho menos las trampas y ahora estaba ignorando esos principios, y todo por Mimi. Para ella el único motivo válido que explicara eso, era que Ana de verdad la quería.

Mimi se mantenía expectante y en ningún momento dejó de tener contacto visual, ni siquiera cuando obtuvo la respuesta.

—No.

Ella obviamente esperaba eso, pero no que Ana se lo dijera de esa forma, como si no fuera la gran cosa.

Una vez más bajó la mirada, mientras rebuscaba en su cerebro algo inteligente que le ayudara salir de esto.

—Mimi—ella acunó entre sus grandes manos la cabeza de la chica y la hizo regresar su atención a sus ojos—yo no te quiero, yo te amo.

Y rápidamente juntó sus labios con los de ella. Mimi aún medio atolondrada consiguió corresponderle al beso, un beso muy diferente a todos los demás. Los movimientos eran suaves, pausados y dulces. No se encontraba la típica rabia con la que Ana la había besado antes. Y eso la hacía sentirse muy bien.

La Profesora (Warmi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora