20. Fui yo

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—Mmm.. bueno, yo te espero en clase—Laura prácticamente salió huyendo. Siempre les había tenido algo de miedo a los directores.

—¿Sí, Guix?—se giró para verlo, pero inmediatamente su expresión se endureció al ver junto a él a la profesora Guerra.

—¿Qué pueden decirme sobre el concurso? Ya sólo queda una semana...

Mimi arqueó una ceja mientras miraba fugazmente a Ana. No podía creer que no hubiera informado al director sobre su decisión de no participar en el concurso. Este era el momento perfecto para vengarse por la forma en la que la había menospreciado aquel día.

—¿Entonces?—apremió Guix al ver que ninguna de las dos decía nada.

—Yo no voy a concursar—se limitó a decir con una sonrisa.

El pobre hombre palideció al escuchar aquello y trató de encontrar alguna respuesta en el rostro de Ana. Pero como de costumbre, no denotaba nada.

—¿Por qué? —regresó su vista a la rubia.

—Cierta persona me dijo que no tenía talento. Así que no quise dejar en vergüenza a la escuela. Pero no se preocupe—colocó su mano sobre su hombro— La profesora Guerra ya tiene a un sustituto. Un tal Carlos de último año, él podría ser nuestro Da Vinci—comentó con una sonrisa llena de ironía.

—¿Qué? ¿Quién te dijo esa semejante tontería? Y usted—de nuevo se dirigió a Ana—¿Qué pensaba? ¿Por qué no me lo dijo antes?

—No quería contárselo hasta que no tuviera al elegido—dijo con el tono de voz tranquilo.

—Necesito ver el trabajo del ganador—Manu aún seguía alterado.

—Perdona que me meta director, pero si la profesora Guerra cree que ese chico es el mejor, tenemos que aceptar su decisión. Después de todo, ella es la experta, ¿no?

Manu la miraba como diciendo ¿y a ti qué diablos te pasa? Y era comprensible, desde que la había conocido se dio cuenta de que ella no respetaba a nadie, ni siquiera a él, que era el director.

—¿Quién diablos te dijo toda esa basura de que no tenías talento?—la cuestionó. Pero antes de que pudiera responder, Ana se la adelantó.

—Fui yo.

—Creo que no he escuchado bien. ¿Puede volver a repetir lo que ha dicho?

—Yo le dije a la señorita Doblas que había personas con mayor técnica que ella. Y que cualquiera podría representar al instituto.

—Y tú en vez de demostrarle lo contrario, ¿le dejaste el camino libre a cualquiera?

—Sinceramente, no tenía ganas de discutir ese día—se encogió de hombros para quitarle hierro al asunto.

Guix iba a seguir con su sermón cuando llegó un castaño con ojos marrones claros, que Mimi rápidamente reconoció ya que todas se habían enamorado de él el curso pasado.

—¿Profesora Guerra, podemos hablar?

—Carlos, justo estábamos hablando de ti y del concurso—le dijo la morena con su acostumbrada actitud seria.

—Sí, sobre eso quería hablarle. No podré participar en el concurso.

La Profesora (Warmi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora