Fragmentos

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Capítulo 7
Fragmentos

P.O.V Lena Luthor

Siempre existen motivos detrás de nuestras acciones. Cuando pequeña, me escondía detrás Lex, porque el señor Luthor me causaba un miedo enorme. Cuando crecí un poco, me escondía detrás de Lilian porque Lex me miraba extraño desde que conoció sobre mi origen. Cuando llegué a la adolescencia no había detrás de quien esconderse y tuve que afrontar la realidad. Estaba sola.

El conocimiento fue un gran aliado en esos momentos. Mientras más supiese más grandes eran mis posibilidades de sobrevivir. Me sentía sola aun rodeada de diferentes científicos. La mayoría desconocía mi origen. Lilian siempre les decía que debían mantenerse lo más lejos posible de mi. Solo me hablaban cuando era necesario.

Desde que tengo consciencia valoro mi pasado. Estaba cargado con horribles imágenes de personas siendo sometidas a diferentes pruebas. Cargado de llanto, dolor e incertidumbre. Pero eran esas memorias las que me habían hecho lo que soy hoy día. No tener recuerdos sobre alguien que me halla amado lo suficientemente es solo una nota alcance de mi historia.

-Acomódate, prepararé la anestesia.- me dijo Alex mientras entrabamos al laboratorio.

Me quité la bata blanca sintiendo el calor apresurarse a abandonar mi cuerpo. La poli negra no era de gran ayuda. Me abracé a mi misma por algunos segundos y luego subí a la camilla. En el momento que mi cuerpo quedó ahí tendido recordé los días pasados. Con Lilian a mi lado susurando que solo era rutina.

-Relájate.- me pidió Alex ubicándose a mi derecha. Observé la jeringa con líquido transparente aun sin decir nada. En algunos minutos quedaría inconsciente.

La pelirroja se mantuvo a mi lado en todo momento. Mis manos apretaron fuerte los costados de la camilla en el momento que la jeringa hizo contacto con mi brazo. Sentí los dedos de la mano libre de Alex acariciando mi antebrazo en un intento de tranquilizarme.

-¿Saldrá bien?- cuestioné.

-Saldrá bien.- me aseguró.

Asentí y lentamente cerré los ojos hasta que me sumergí en una profunda oscuridad. Una oscuridad que parecía tragarme. Casi se sentía como estar en una profunda pausa...hasta que la luz comenzó a abrirse paso en mi subconsciente.

Me sentía observando una película desde la silla de un teatro. Sentadas en una cama no mas grande que el sillón reclinable de Alex estaban dos niñas. Una de ellas la reconocía: era yo claramente. La otra tenía el cabello rubio dorado, una enorme sonrisa iluminaba su rostro, ojos azules como la inmensidad del cielo.

Fue verla e inmediatamente sentir que mi corazón daba un pequeño salto. Hay personas que son imposibles de no amar. La niña de cabello negro estaba encima de la rubia haciéndole cosquillas mientras la ojiazul intentaba escapar del agarre.

-¡Para ya, Lena!- gritó la rubia mientras se escapaba del agarre de la morena que comenzó a reír.

- ¿Siempre seremos amigas, Kara?- preguntó la pequeña pelinegra. Me sorprendí al comprender que aquella rubia de sonrisa inocente y ojos cargados de amor era Supergirl.

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