Su sonrisa

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Capítulo 10

Los seres humanos nos cruzamos con millones de rostros a lo largo de nuestras vidas. Personas que llegan, permanecen un tiempo y luego se van. Personas que simplemente vemos pasar. Personas que están ahí pero nunca llegan a ser importantes en nuestra vida.
Y luego estan aquellas personas que dejan una huella imborrable en nuestras memorias y corazones. Aquellos que con el paso del tiempo se hacen un hueco en nuestro pecho y ocupan algunos gigabits en nuestro disco duro.

La mente humana almacena miles de recuerdos. Algunos simplemente los olvidamos. Otros podrían perturbarnos o dolernos cuando deciden regresar y acecharnos. Y algunos nos hacen sonreír.

La mayor fuerza de un recuerdo es su capacidad de inmortalizar un trozo del pasado a tal grado que podemos recordar y revivir como nos sentimos en ese momento. Revivir la felicidad. La tristeza. Unn rostro. Revivir una sonrisa.

Kara ZorEl había pasado los siguientes tres días en su departamento. Alex le había llamado preguntándole si se sentía enferma o había perdido de nuevo sus poderes. Lo cual la rubia negó inmediatamente.

-Solo quiero un pequeño descanso.- mintió Kara vistiendo su pijama azul y acomodándose en el sillón delante de su televisor.

La rubia había establecido una rutina. Se levantaba recordando el beso con Lena y se dormía con extrañas sensaciones recorriendo todo su cuerpo. Se sentaba en delante del sofá luego de desayunar, y veía películas hasta que sus ojos le pedían un descanso. Solo abandonaba el departamento cuando escuchaba un llamado de emergencia.

Por suerte, Cat le había dado una semana de vacaciones como regalo por una entrevista que la Súper-héroe había realizado exitosamente. La ojiazul tenía planeado quedarse en su apartamento la semana entera: con todas sus horas, minutoa y segundos incluidos.

Aquella mañana del día cinco de su semana de vacaciones ZorEl estaba recostada en su sofá con su pijama negra de batman. Murciélagitos amarillos cubrían el pantalón y en la camisa el símbolo del héroe ficticio. Su cabeza era una red de ideas que la asustaban.

Ella había besado a una mujer.

Una mujer la había besado.

Había besado a Lena.

Su mejor amiga de la infancia.

Y le había gustado el desgraciado beso.

-¡Por Rao! ¡No pienses en eso!- se reprochó intentado enfocarse en la serie. Para su desgracia en ese momento apareció una escena subida de tono y no pudo evitar imaginarse así con Lena. La misma Lena a la cual hace cinco días no veía.

La misma Lena que en esos precisos momentos estaba en el laboratorio de la DEO hecha un lio nervioso mirando los resultados de sus últimos auto-estudios. Comprobando que el nivel de kriptonita en las células de su sangre había vuelto a aumentar.

La morena suspiró acomodando sus gafas de laboratorio y dejó los papeles en la mesa. Oficialmente su cuerpo era un catalizador biológico de kriptonita y ella no podía hacer nada al respecto. Se dejó caer en una silla y suspiró recordando el otro motivo de su mal humor. Una rubia ojiazul que no le contestaba las llamadas y a la cual no veía hace unos seis días.

Luthor se había acostumbrado a tener a Kara detrás suyo como una pegatina. En el tiempo que llevaba en la DEO la presencia de Supergirl le hacía sentir segura. La heroina siempre estaba al pendiente suyo...cuidándole.

Lena extrañaba a Kara ZorEl.

El sentimiento era extraño. Ella no recordaba haber extrañado a alguien anteriormente. Quizás a sus padres. Pero los recuerdos sobre ellos eran borrosos y distorsionados. A la morena no me gustaba extrañar a Supergirl. Quería tenerla de frente, abrazarla y pedirle que se quedase a su lado. Que se quedase para siempre.

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