El almuerzo

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El almuerzo

Lena estaba sorprendida de la gran cantidad de papeles que en la DEO se podían almacenar. En los últimos tres días habían ocurrido cuatro ataques significativos de alienígenas. Supergirl se había encargado de cada uno de ellos. Pero la papelería de los casos había sido delegada en Alex.

Alex Danvers no era una buena persona. La pelirroja había entrado al laboratorio cargando un café y había delegado todo el trabajo en Lena. La uriniana intentó escaparse cuando Danvers comenzó a hacer las insinuaciones, pero fue imposible.

Allí estaba la ojiverde. Sentada en el escritorio de Alex revisando los papeles con muy poco ánimo. Lena mataría por un capuchino en esos instantes. Pasó una hoja de papel mostrando la siguiente y se dispuso a hacer una anotación cuando escuchó el ruido de unos dedos que golpetearon en la madera del escritorio. Levantó la mirada y se encontró con la hermosa sonrisa de Kara. Aquella sonrisa bastó para mejorar el día de la uriniana.

-Buenos días.- saludó Kara mordiendo su labio inferior, inmediatamente capturó toda la atención de la pelinegra.

-Buenos días, que guapa estas hoy.- saludó Lena repasando con sus verdes ojos a la rubia. Kara vestía una camisa azul celeste con pantalones azul oscuro. Luthor podía recordar como se marcaban aquellos pantalones al cuerpo de la kriptoniana.

-Usted no se ve nada mal señorita Luthor. El negro le favorece.- replicó en voz baja Supergirl y Lena carcajeó. Esa mañana había salido del apartamento de Alex casi corriendo, había agarrado el uniforme negro de la DEO sin detenerse si quiera a pensarlo.

-¿Qué trae por aquí a la extraordinaria Supergirl?

-Vino a invitarte a almorzar. Y haces un bien a la humanidad si aceptas.

-Mmm...todavía tengo mucho trabajo, pero como decirte que no. - respondió Luthor comenzando a colocar un papel sobre el otro.

-Espero que Alex no esté explotándote.- comentó Kara.

-Está aprovechándose se mi, pero yo en su lugar también lo haría. Aun así... tengo hora de almuerzo. Y esta comieza...justo ahora.- anunció Luthor cerrando la carpeta negra.

Jonn desde que la pelinegra habia llegado le dejó saber que ella no era como el resto. Su única responsabilidad era ayudar en el caso de Cadmus. Ayudaba con los demás casos porque así ella lo deseaba. Luthor odiaba sentirse inútil. Así que sus horas de descanso no estaban señaladas por nadie en particular.

-¿Te gusta la comida japonesa?- preguntó Kara con una sonrisa, Lena vio el brillo de emoción en sus ojos y no tuvo corazón para decirle que preferiría comida italiana o francesa.

-¿Qué tienes en mente?- cuestionó Lena agarrando su bolso. La mirada de la heroína brilló ante aquellas palabras.

...X...

Era todo un espectáculo subir a un tren con Kara Zor-El. El modo de transporte estaba a reventar y Lena había opta do por un espacio en el fondo. Estaba de pie, pero las personas alrededor estaban bastante separadas. Kara se ubicó delante de Luthor, pero un hombre a su lado se le había casi pegado a la espalda y la rubia viajó alejándole cada dos segundos.

Lena había intentado no reír cuando el sujeto le dedicó una sonrisa a la heroina, pegándose un poco más. Kara habia arrugado el gesto. La marca en su ceja se hizo notar y la pelinegra se llevó una mano a la boca al escuchar a Supergirl pedirle al hombre que mantuviese la distancia.

La héroe de National City bajó corriendo del tren. Lena la seguía muy de cerca, ocultando lo mucho que había luchado por no carcajear en voz alta. Kara caminaba murmurando sobre el hombre y su mal olor.

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