Mi destino eres tú - EN PAUSA Y EN EDICIÓN

Capítulo 3

-¡No cuelgues! - fue lo primero que logré escuchar al atender la llamada, sabía de quién se trataba, estaba un tanto confundida, baje el brazo en el que tenía mi celular. No sabía que pensar, no sabía como reaccionar. Se había formado un nudo en mi garganta y al mismo tiempo empecé a sentir un vacío inexplicable en mi pecho, ¿en que momento?. Los recuerdos empezaron a invadir mis pensamientos, me sentí derrotada.
La mirada de todos se posaba en mi persona, sólo quería salir corriendo.

-Amm, ehh...- las palabras no lograban salir - disculpen... - dije con dificultad abriendo una puerta, puerta la cual cerré una vez estando adentro, me recargué en ella.
Era un baño.
Estaba luchando conmigo misma, intentando no echarme a llorar, no era momento para hacerlo; sin embargo era tarde, de un momento a otro sentí mis mejillas húmedas, estaba llorando. Me quedé en silencio o al memos eso intentaba. No podía escuchar nada del otro lado de la puerta, lo cual me incómodo. Segundos después pude escuchar que murmuraban, no pude entender lo que decían, me sentía demasiado incómoda y avergonzada, intenté normalizar mi respiración.

Camine hacía el lavamanos y enjuague mi cara, en cuanto terminé de hacerlo volteé al espejo, pude ver mi reflejo, mi aspecto era horrible, las pronunciadas ojeras debajo de mis ojos representaban el cansancio que había estado sintiendo en los últimos meses. Me sentí enojada conmigo misma, por sentirme de esa manera, por sentirme triste, ¿a quién engañaba?, nada estaba bien, cada día que pasaba era más difícil.
Escuché que tocaron la puerta.

- ¿Tn?, ¿estás bien? - pude escuchar la voz de Omer con un tono de preocupación. Seque mi cara y baje la palanca del baño, para así fingir y actuar como si nada hubiese pasado, acto seguido enjuague mis manos y abrí la puerta...

- Omer, claro, estoy bien, ¿ibas a entrar?- dije señalando el baño y secando mis manos, desvíe mi mirada, me sentía tan apenada con él. Mi mirada se centró en el chico de cabello largo, quien segundos después volteó hacía donde Omer y yo nos encontrábamos, rápidamente regrese mi mirada a donde se encontraba Omer, sabía que él no se había tragado mi cuento, agache la mirada, me sentía tan apenada con todos.
Desde ese momento el tiempo paso realmente lento, simplemente quería llegar a mi casa y sentirme a salvo, me sentía derrotada, sin ánimos.

[...]

Omer y yo caminábamos en dirección a nuestras casas. El silencio gobernaba entre ambos, las calles estaban solas, el día era triste.

-Perdón...- dije con en voz baja.

-¿Por qué?, no tienes porque pedir perdón...- dijo Omer volteandome a ver.

-Omer, arruine el día, fue algo estúpido actuar de esa manera. Escuchar su voz fue un golpe muy duro para mí... - dije dejando de caminar para voltear a verlo, no sabía como expresar lo que sentía en ese momento, cuando pensé que había logrado mantenerme de pie, llega y derrumba todo...

-Tn_, no "arruinaste" el día, y no actuaste de una manera "estúpida", además, te veías incómoda.- dijo sonriendo para hacerme sonreír, lo cuál logró. - En mi opinión eres alguien bastante fuerte, eres alguien fuerte para tu edad- dijo sonriendo.

- Que vergüenza, no quiero volver a pisar la casa de tus amigos, no quiero verlos a la cara después de todo esto - dije riendo e ignorando sus últimas palabras, no era verdad lo que el mayor había dicho, no era alguien fuerte, todo este tiempo sólo había estado ocultado mis sentimientos, había estado fingiendo ser alguien que realmente no soy.

-Estoy seguro que ellos lo entenderán... - hizo una pausa y continuó hablando con una sonrisa -, y de hecho, el primero que se dio cuenta de tu reacción fue Bigi, pude ver que no dejaban de verse - empecé a reír negando con mi cabeza

-Omer Batthi, estás creando historias que no existen- él también empezó a reír

-¿y si encargamos pizza?- dijo cuando estabamos llegando a la que era su casa.

- No lo tomes a mal, pero ya quiero llegar a mi casa- dije sintiéndome algo avergonzada, seguía sin ánimos.

-Sé que ya quieres llegar a tu casa, pero ¿desde cuando rechazas pizzas?- ambos reímos, abrió la puerta de su casa y me dejó entrar primero -, ahora la encargo.

La compañía de Omer me hizo sentir bien. Iba camino a mi casa, está vez lo convencí para que me dejara ir sola, necesitaba espacio, necesitaba procesar todo lo que había pasado.

El mes paso muy rápido, Omer y yo seguimos yendo a la casa de sus amigos, el mayor me insistió, y bueno, ¿por qué no?, eran personas muy agradables, podría decirse que ahora también eran mis amigos.

Sabía que Omer había conocido a Michael Jackson, lo sabía porque me lo había contado hace tiempo atrás, y bueno, Jackson se convirtió en alguien muy cercano a su familia. Omer me contó que Paris, Prince y Blanket eran hijos de Michael, hijos del Rey del pop, lo cual fue algo sorprendente para mí, ¿Michael tenía hijos?, me gustaban algunas de sus canciones, admiraba sus grandes bailes y también sabía que MJ era una persona humanitaria, pero no sabía que Michael tenía hijos, no quise hablar del tema con ellos, era algo personal, era algo en lo que no quería intrometerme. Desde mi punto de vista, los tres hermanos eran realmente fuertes, habían crecido sin una madre y habían perdido a su padre, realmente habían ganado mi respeto.