No Sueltes la pistola [SIN CORREGIR]

Capítulo 33: Besos que susurran verdades.

Lean el capítulo con la canción de abajo, y si se acaba, ¡REPITANLA! kiss.

pd: La canción es Because of you de Kelly Clarkson

Cierro la puerta detrás de mí y suelto un suspiro. Estoy cansada, solo quiero dormir pero antes de eso comer. El día de hoy fue un día muy pesado y ataviado. Los chicos hace media hora me dieron una gran satisfacción, el caboom se hizo perfectamente y en este maldito momento Kol, Danilo o Cristian deben de estar transportando la mercancía a otras bodegas. Se me fue el tiempo y no pude hablar con Danilo y Cristian, pero esto es algo que no puedo olvidar. Hable con Kol y nadie hasta el momento vino a matarnos o saquear, pero claro, algo dentro de mi me ice que Kol es de fiar. Danilo está transportando un cargamento a unos almacenes, Cristian a otros y Kol a otros. Nadie sabe el paradero de los otros almacenes, solo yo. Me muero de curiosidad de la cara del jefe de los Italianos cuando le cuenten que, uh-uh, uno de sus almacenes esta incendiado o mejor dicho, desapareció por arte de magia. 

Me arrastro hasta la cocina y me sirvo un vaso de agua. Estoy tan cansada. Todo el día estuve con un mal humor de muerte y lo último que quiero es ver a Harry. Harry con su drama y peo prendido cuando yo solo quiero descansar. No puedo hacer esto, no hoy. Harry es tan complicado ¿Por qué mierda no puede ponerse en mi lugar? o mejor aún ¿Por qué no puede dejarme hablar? Es tan ridículo. Abro la nevera y saco huevos. Hecho dos huevos en un plato hondo y bato. Saco cebolla y tomate de la nevera también. Pico la cebolla y el tomate en cuadritos y las hecho al plato hondo con el huevo batido. Bato todo y busco la sal en el estante. Cuando me doy vuelta casi se me cae la sal al piso, y eso es una mierda porque que la sal se te caiga al piso es de mala suerte. Harry estaba en el lumbral de la puerta de la cocina cruzado de brazos. Me recupero del susto inicial y hecho sal a los huevos batidos. No le prestare atención, si lo hago, comenzara con sus gritos que en este momento no quiero. Estoy con una felicidad reciente, los Italianos tienen un poco de su propia medicina, estamos transportando la mercancía, pronto comerciaremos internacionalmente. Son muchas cosas por las cuales estar felices y Harry solo me quitara la felicidad. ¿Cuándo mi héroe se convirtió en alguien que me provocaba dolores de cabeza? Prendo la cocina y coloco el sartén encima. Le hecho un poquito de aceite y espero a que caliente un poco.

— ¿Este es tu plan? ¿Ignorarme? —preguntó Harry. Y bueno, en cierto modo es mi plan. Si, algo patético pero ¿Qué más? No quería lidiar con Harry hoy, no hoy. Quizás mañana tenga la fuerza para hacerlo, pero hoy, hoy solo quiero comer y luego relajarme hasta caer rendida. Suena como un buen plan para mí. Hecho el líquido del plato hondo en el sartén y veo que este bien escurrido. Llevo el plato al fregadero y lo lavo. Podría haberlo dejado y lavado mañana pero también me sirve de distracción para no tener que ver u hablar con Harry. Me seco las manos en el paño y me recuesto de la encimera, mirando fijo al fuego. No sé cuánto tiempo paso antes de que tenga que voltear la tortilla. Unas manos se envuelven en mi cintura y siento la respiración de Harry en mi oído— oye, no tienes derecho a ignorarme cuando el que debería estar molesto soy yo —gruño suavemente Harry.

—Ahora no —murmuro mirando al fuego. Es tan hermoso, tan… inexistente.

— ¿Ahora no qué?

—No tengo fuerzas para hacer esto Harry, no hoy ¿puedes esperarte hasta mañana o pasado para hacer tu berrinche? —pregunto irritada. Harry se separó de mí y lo oigo respirar hondo. Apago la cocina y busco un plato. Saco la tortilla del sartén al plato y pongo el sartén en el fregadero, eso sí lo fregare mañana.

—Berrinche —murmuró incrédulo Harry. Lo ignoro completamente mientras busco un tenedor y me siento a comer. Harry se sentó frente a mí y puedo sentir su mirada sobre mí. Me estoy cansando, me estoy cansando de su estupidez e insensatez. Harry no puede ser tan egoísta como para no pensar en mí, en lo que siento— esto es increíble —murmuró Harry. Golpeo la encimera, fuerte.