No Sueltes la pistola [SIN CORREGIR]

Capitulo 8: Creo que es el destino.

Hola otro capituloo wii.

Buenoo, espero les guste y comenten y voten y agreguen a su biblioteca y compartan y esas weas. Solo queria decir que algunas frases me saldran venezolano, ya que... soy venezolana ah. Si no entienden el significado de algunas, solo pregunten :) Disfruten.

Mi padre me odiaba. Estaba decidido, quizás más de lo que yo lo odio a él. O quizás no era mi padre, quizás era el destino. Quizás en mi vida pasada fui una mierda de persona o no sé qué verga. No es posible que me encuentre a Harry en todos lados. Dios ¿pero qué pasa, vale? ¿La tienes contra mí, o qué? Al parecer. No le tenía miedo a Harry, ni nada por el estilo. Pero cada vez que lo veo, la culpa me entra y no, la culpa y yo no nos llevamos bien.

—Nos vemos el miércoles —dijo el profesor antes de salir corriendo del salón. Suspire y recogí mis cosas.

—Creo que es el destino ¿tú que piensas? —dijo una voz conocida.

Miro a Harry con una ceja levantada y me cuelgo el bolso en el hombro. —No creo en el destino —respondo cortante y camino para salir fuera del salón. Reviso mi horario. Literatura. ¿Dónde mierda esta eso?

—Yo sí creo en el destino, gatita —dice Harry. Dejo de mirar el horario para mirar incrédula a Harry.

— ¿Cómo me llamaste?

—Gatita ¿no te gusta?

— ¿Por qué mierda me llamas gatita? —pregunto frustrada.

—Porque eres tan escurridiza como una —responde con una sonrisa. Sus ojos marrones con una pizca de verde aceituna estaban llenos de diversión.

— ¿Escurridiza? ¿Qué clase de mierda es esa?

—Me encanta tu delicadeza —bromeo. Jadee indignada y lo golpee en su brazo, fuerte. Jadeo— eso dolió.

—Esa era la idea, estúpido —gruñí. El timbre sonó. Coño e la madre. La clase ya comenzó y yo ni idea de donde esta literatura de cuarto. Respire hondo y mire a los lados— ¿sabes dónde está Literatura? —pregunte a Harry.

Harry se apoyó contra la pared y me miro atreves de sus pestañas. —Quizás.

—No te hagas el pendejo, dime donde está. Llegare tarde.

—No veo que sea un problema —dijo divertido.

— ¿Sabes? La primera vez que te vi creí que eras un idiota.

— ¿Y ahora? —pregunto levantando una ceja.

—No lo creo, estoy segura —respondí. Me di la vuelta y camine por el pasillo.

—No sabes en donde está el aula —grito detrás de mí.

—Lo averiguare —grite en respuesta. Escuche su risa detrás de mí. Maldito fuera.

—Está por este lado —dijo. Coño. Me di la vuelta, y en unos pasos ya lo había alcanzado de nuevo.

—Ya lo sabía —gruñí pasándolo. Harry rio. Si antes me caía mal, ahora me cae peor. Camine por el pasillo con Harry en mis talones. Llevábamos tiempo caminando y mi paciencia se estaba agotando— ¿sabes dónde está el maldito salón, sí o no?

—Por supuesto.

— ¿Y dónde está?

—Atrás.

Me detuve y lo enfrente. — ¿Cómo?

—Lo pasamos hace un rato —respondió. Mi pulso se aceleró.