Capítulo 23: Esto es un secuestro.

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Harry me miraba con duda, cauteloso, molesto todo a la vez. Por segunda vez en el dia, me vuelvo a sentir asi. Primero con Daniel, y ahora con Harry. Una parte de mi estaba muy feliz de que Harry sacara a patadas a Daniel, pero ni siquiera fue por la razón correcta. Harry estaba un poco descontrolado, por alguna razón. Y no es que los comentarios del maldito de Daniel ayuden ¿no? Porque el nunca me puede poner la vida fácil. El nacio para ser una molestia en el culo. Mas sencillo, mi molestia en el culo personal.

— ¿Qué no piensas hablar? —pregunta con voz contenida Harry. Levanto una ceja y me acomodo mejor en la cama.

— ¿Hablar de que exactamente? —pregunto haciéndome la estúpida.

—No te hagas la estúpida, sabes de que.

—No… explícate.

— ¿Qué me explique? —pregunta Harry acercándoseme peligrosamente— esta bien —dice pareciendo tranquilo— ¿Te revolcaste con Daniel? ¿Es por eso que el habla de esa manera?

— ¿De que manera?

—Como si el fuera tu dueño —gruñe Harry.

—El no es mi dueño —respondo rápidamente. Y es cierto, aunque a Daniel no le cabe en la cabeza eso todavía. Toco involuntariamente mi cuerpo. Todavia puedo sentir las manos de Daniel sobre mi. Maldito bastardo.

—El no parece saberlo —dice por lo bajo Harry.

—Yo no tengo porque estar dándote explicaciones —gruño de repente. Estoy arta de hombres tratando de controlar mi vida. Mi padre, Daniel ¿y ahora Harry? Que se vaya al carajo, al coño a donde le de la gana. Trato de levantarme pero una punzada en mi mano me advierte del suero. Solo falta poco Kiley, un poco mas.

—Le dices a tu padre que soy tu novio, ocultas tu verdadera identidad con el, ese tal Daniel actua como si fuera tu dueño, tu padre actua todo sigiloso contigo, tu explotas ayer ¿Qué mierda le pasa a tu vida? ¿Eres emocionalmente inestable? —pregunta Harry mirándome fijamente. Emocionalmente inestable. Eso nunca lo había pensado. ¿Qué mierda le pasa a mi vida? Esa es una buena pregunta. Pero no es como que me guste que el me pregunte eso.

—Daniel y yo no tenemos nada y eso es todo. Si, nos acostamos y eso es el fin. No me preguntes mas porque no tienes derecho. Lo que yo haga con mi vida, no es asunto tuyo —gruño. Harry siente molesto y entonces se me acerca, muy cerca.

—Esta bien. Hablemos de algo que si me incluye, un poco —dice y me toca la venda— ¿Por qué trataste de suicidarte? —pregunta Harry. Alejo mi mano rápidamente de su agarre.

—No trate de suicidarme —miento en vano. ¿Qué puedo decirle? Me encontró en la escena del crimen. Mierda, mierda, mierda. Piensa Kiley, piensa. Harry pudo perder todo el poco respeto que tiene contra a mi. ¿Quién puede seguir a alguien que se trata de suicidar? Mi respiración se vuelve dificultosa.

— ¿Ah no? —pregunta burlón— no sabia que pasarte una hojilla por el brazo y ver como sangras no era tratar de suicidarse, cuentame otra historia —dice sarcástico. Mi mano sale disparada a la chaqueta de Harry.

—Ni una palabra de esto a nadie ¿entendiste? —pregunto peligrosamente— tu no entiendes nada. No sabes nada. Si escucho a alguien hablando de esto, tendre tus bolas en mi mano, y tu cuerpo bajo tierra —amenazo. Harry levanta una ceja pero su boca esta en una línea. La puerta de la habitación se abre. Suelto automáticamente a Harry.

— ¿Interrumpimos? —pregunta mi padre. Harry y yo estamos tensos, pero me obligo a negar.

—No interrumpiste nada —respondo— ¿ya me puedo ir?

No Sueltes la pistola [SIN CORREGIR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora