4. Hit me like a man.

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Me soltó solo para proceder al momento más incómodo.

—¿Cuál de mis canciones es tu favorita?

Le miré nerviosa, y, yo creo que incluso sonrojada.

—¿Eh?

Me tomó desprevenida.

—Sí, ¿Cuál prefieres? Te ayudaré. ¿Cuál te gusta más? ¿Wasted years o Black diamond?

—Yo... no puedo decidir.

Sonreí con miedo, era un grave error no leer nada sobre él, estaba mintiendole.

—Bueno, quizá te guste más Year Zero porque hablo sobre el amor y su video es muy cursi. — por alguna razón continuaba sonriendo, no me resultaba incomodo, de hecho, se veía menos feo así y quizá me contagiaba de una sensación muy extraña de alegría, pero ¿A caso habrá notado que no sé nada de él?

—Sí... me gustan las canciones de amor. — mantuve mi forzada expresión de seguridad.

—Claro, todos me dicen eso.

Se acomodó en su asiento como si ya no tuviese la intención de hablarme más durante el trayecto. Hice lo mismo y ajusté mi cinturón para tratar de pasar esa situación tan complicada. Miré por la ventana y le pedí a la vida que me diera la paciencia para no terminar de destruir todo, más de lo que ya estaba.

El ambiente se sentía sumamente tenso, algo estaba por salir mal, podía presentirlo.

—Disculpe, conductor ¿Cuál es su nombre? — cuestionó Forge

—Ezequiel, señor.

—Bien, Ezequiel, ¿Podríamos detenernos en algún café? Algo como Starbucks.

—Claro señor

Los miré enojada

—¡De ninguna manera! Vamos muy tarde ya. Detenernos nos hará perder muchísimo tiempo.

—¿Alguien le pidió su opinión? Le recuerdo que es solo mi asistente. — Forge respondió bastante grosero

—Bueno, si le molesta que sea su "asistente" temporal, aclarando, hubiese traído a su mánager.

—Viene conmigo, pero ya se encuentra en la ciudad donde tengo show el día de mañana.

—Ajá

—Que insolente es, Lilly.

¿No que me llamaría Braun?

—Solo digo la verdad.

—Quiero un cold brew de coco, si es que lo hay.

—¿Quiere un croissant también? — pregunté sarcástica

—No me vendría mal — sonrió arrogante

—No hay ninguno cerca. — dije y me crucé de brazos. Sin embargo, me comería mis palabras cuando Ezequiel se dirigió a unas cuantas calles y se orilló cerca de uno.

—Me parece que se equivocó — sonrió con la intención de burlarse de mí.

—Sí... me equivoqué. — desabroché el cinturón de seguridad y cuando tomé mi bolso, me percaté de algo que en definitiva respondía al mal presentimiento que tuve unos minutos antes.

—Olvidé mi cartera... — sentí como mi rostro comenzó a hervir, estaba segura de que me había puesto roja cual tomate. Que vergüenza. Era suficiente con saber que me correspondía pagar a mí, como para que ahora tuviera que mirar a esos preciosos ojos verdes y decirle que olvidé mi maldito dinero.

—No la escuché Lilly, ¿Qué olvidó qué?

Quiero ahorcarlo.

—Olvidé mi dinero. ¿Podríamos seguir con nuestro camino Ezequiel? — sonreí para tratar de controlar mis enormes ganas de llorar por la frustración del momento. Que coraje sentir la mirada tan imponente de Forge sobre mí, estaba segura de que deseaba reír sin control, pero, se contuvo.

—Sí, Srita. Braun.

El silencio continuó incómodo, pero llegamos. No esperé a que alguno abriera mi puerta, bajé casi corriendo y exigiéndole a esa diva que saliera del coche y me siguiera dentro, pues ni siquiera yo sabía dónde grabaría.

—Estaré esperándolo hasta que termine, le devolveré a su hotel y ahí terminará todo. — mencioné mientras caminaba buscando a Ethan.

—Gracias, haré que la despidan.

Tragué saliva, sabía que realmente eso ocurriría. Vi a Ethan a lo lejos cruzado de brazos viéndome con un rostro de enfado, habíamos llegado 15 minutos después de la hora programada. Este era mi fin.

—Por aquí, señor Forge — enunció Ethan aproximándose hacia el área de producción.

—Por supuesto — ya había colocado sus gafas, por lo que no puede notar si me estaba mirando. —Señorita Lillyan, quiero un té matcha. — dijo de espaldas

—Se lo llevaré en cuanto salga de su entrevista — respondí

—Gracias.

Se marchó junto a Ethan y Bruno detrás de ellos. Yo corrí al comedor con ganas de que la tierra me comiera. Entré y cerré la puerta, no coloqué el seguro pues sabía que alguien más podría entrar.

—Fue bueno mientras duró — me dije mientras me acerqué a la cafetera y serví café en una taza. No comprendía que hice mal, o tal vez sí estaba consciente de ello, pero, no quería reconocerlo.

Me senté en el pequeño comedor y esperé que el tiempo pasara, respiré profundamente una y otra vez tratando de relajarme. Coloqué mis brazos sobre la mesa y recosté mi cabeza utilizando estos como almohada, quería dormir y no despertar hasta que ese sujeto se hubiese marchado. Debí beber el café para prevenir lo que ocurriría después. 

Por un momento olvidé todo lo que estaba pasando, tanto, que caí profundamente dormida.

-▪▪▪▪-

—Lilly llegó demasiado tarde, ¿Sabes lo que la directora le hará cuando se entere? — dijo Karen, una chica rubia, la compañera insoportable.

—¿Vas a delatarla?

—Quizás, lo merece Ethan, nadie hace esperar a un artista y continúa con trabajo.

—No creo que debamos mencionarlo, apenas esta aprendiendo, además, tú sabes muy bien que este vocalista es muy accesible, quizá no con prensa al cien por ciento ya que guarda un perfil bajo, pero, aún no tiene la fama "suficiente" para comportarse como todo un idiota y es amable con todo el mundo.

—No lo digas de esa manera, que a mi me gusta su trabajo.

—A mi también y mi hermana es una graaaan fanática suya. — sonrió —Lo más valioso para mí y que no voy a negar, es  que sus personajes en el escenario son muy eróticos.

—¿Qué? — preguntó con una muestra de desagrado en el rostro.

—¡Es la verdad! Quién sabe, quizá si corres con suerte, te de un beso sin cantarte cirice

—Que cosas dices, pero tienes razón. —suspiró —Envidio tanto a Lilly por subirse a la camioneta con él. 

—Creo que iré a robarle su ropa, debe estar impregnada del aroma de ese papucho. — dijo mientras veía a través de una pantalla el transcurso de la entrevista —Debe estar escondida en algún baño, la llamaré. — sonrió alejándose de producción y buscando el contacto de Lilly en su celular.

-▪▪▪▪-

El sonar de mi celular me despertó de los sueños extraños que tuve. Miré y se trataba de Ethan, no quise atender. Lo más probable es que me regañara y bueno, no estaba preparada para ello.

—¿Qué demonios piensas Lilly? — me dije recordando poco a poco el sueño. —Creo que me dejó húmeda... 

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