7. I wanna be yours.

653 49 125
                                    

Le importaron poco mis palabras, soltó mi brazo con sutileza y su mano izquierda hizo presencia rozando con suavidad mi espalda baja para después tomar de mi cintura con fuerza jalando mi humanidad hacia su delgado cuerpo. El ligero roce de mis glúteos con su entrepierna produjo un cosquilleo que me invadió el cuerpo, al igual que cuando me habló en el oído, me estremecí. Pude aspirar su embriagadora colonia, por alguna razón, esta vez le presté atención, y, no solo a eso, también a la suavidad de la tela que componía su traje; lo caliente que se sentía su mano y el bulto que continuaba ahí cerquita de mí me hizo preguntarme si se encontraba activo o si ese era su tamaño natural. Miré de reojo hacia sus zapatos, si la talla era grande, probablemente su miembro también.

¿Qué estás pensando Lilly sucia?

Aquella acción de posarme contra su cuerpo se podía interpretar como si quisiera gritarle al mundo "esta chica ya está apartada, no la miren" y tenía que admitir algo, aunque parecía molesto gracias a su forma de actuar, se sentía como un gesto muy caballeroso. Una forma educada de discutir conmigo sin llamar la atención en la parte de adentro. Pero, era obvio que no consiguió su objetivo pues las miradas de compañeros, equipo técnico, asistentes, seguridad, intendencia y en sí, toda la maldita radio notó que me estaba llevando afuera para tener una charla no precisamente de agradecimiento por mis atenciones.

Me arrastró junto con él rumbo al estacionamiento. Parecía una escena típica de una pareja que discute. Bueno, quizá estaba exagerando, porque incluso si me tenía presa de su cuerpo, podía sentir que las intenciones eran muy claras, este sujeto me quería reprender y no solo con palabras.

-Me vas a acompañar a mi próximo evento, párvulo insolente.

Dijo alzando la voz para en esta ocasión dejar bien claro quién mandaba.

-No puedo... - dije con la voz entre cortada.

-No te estoy preguntando.

Se detuvo en seco y me soltó, se giró para buscar a Bruno, quien venía detrás de nosotros a pasos agigantados para alcanzarnos. El chofer, Ezequiel, venía corriendo, supongo que se encontraba en otra área y no se percató en que momento salimos del recinto.

-Irás adelante, quiero estar únicamente sentado con la señorita Braun - expresó Tobías autoritario. Bruno asintió, aunque se notaba la preocupación en su rostro, pues su deber era cuidar las espaldas, si bien también el frente, no era lo más recomendable si únicamente iba él al cuidado del sujeto.

-Yo debo ir al frente - respondí como si mi cabeza no comprendiera que la situación no se prestaba para que desobedeciera nuevamente órdenes.

Que desagradable eres, rarito.

Solo bufó y esperó a que Ezequiel quitara los seguros para después, abrirme la puerta como todo un caballero. Me brindo su mano para que pudiera subir, cosa que me tomó por sorpresa ¿Tanta prisa tenía cómo para no dejar al encargado de eso hacer su trabajo? Subió, se pegó demasiado a mí y cerró la puerta con violencia, acción que Ezequiel vio de mala forma.

-Como desearía que esta cosa tuviera un poco más de privacidad

-Creo que está acostumbrado a otro tipo de vehículos... - dije y aclaré un poco mi garganta para disimular los nervios.

-Tengo otra entrevista, igual, en una radio - dijo y se retiró los lentes -Me acompañarás y te presentarás como mi asistente personal, únicamente mía, no vienes como asistente del grupo.

¿Grupo?

-Claro, yo haré lo que me pida - me limité a responder, ya estaba en la camioneta, quizá si lo hacia enfadar más su reacción sería peor.

Lascivious Donde viven las historias. Descúbrelo ahora