7.- Mou hitori no Yugi

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Tea sostuvo con fuerzas el obsequio que había hecho para sus amigos. Aunque decir "amigos" era una formalidad, en realidad el regalo en el que se había esmerado era en el que había hecho para el faraón, no es que no hubiese puesto corazón en el de Yugi o en el de Joey, pero se decía a sí misma que ellos no estaban enfrentando al destino de nuevo.

Suspiró cuando los vio llegar a la plaza de Dominó y no pudo evitar sonrojarse al percatarse de que, a pesar de ir caminando lado a lado, Yugi y el faraón no podían parecerse menos aquel día. Aunque Tea creía que su amigo de la infancia llegaría usando el uniforme escolar como cada vez que participaba en un torneo, Yugi ese día lucía un pantalón de mezclilla, una camisa lila y un chaleco, seguía llevando la gargantilla en el cuello y la llave del milenio colgada en una cadena, Atem por otro lado vestía una camiseta negra de manga larga, pantalón de mezclilla y chaleco gris, usaba el rompecabezas al cuello y a pesar de su look casual, la ferocidad de su mirada impactaba a las personas que se acercaban o que lo miraban siquiera.

Aquello era un contraste, Yami y Hikari lado a lado.

Tea sonrió tratando de alejar los pensamientos que surgieron en torno a aquello y se acercó a sus amigos para darles la bienvenida.

—Hice algo para ustedes, no es mucho, pero quiero que sepan que los apoyamos desde las gradas.

Joey fue el primero en abrir su obsequio, dándose cuenta de que era un porta cartas de fieltro hecho a mano, sonrió con lágrimas en los ojos al ver que tenía bordado un parche del dragón negro de ojos rojos, al verlo, Yugi y Atem también abrieron sus obsequios, el de Yugi tenía bordado un Kuribo mientras que el de Atem tenía el ojo del milenio bordado a mano por un lado y un parche del mago oscuro al otro.

—Gracias Tea. —Murmuró Atem colocando sus cartas y ajustando el obsequio en el cinturón. —Es un gran regalo. —La aludida sonrió sonrojándose y asintió, Yugi también sonrió. Tea dio dos pasos de espaldas y señaló una gradería.

—Tu abuelo y Tristán están guardándome un lugar, los veré en un rato más.

Atem siguió con la mirada a Tea hasta que la chica se perdió entre la gente y luego sonrió para sus amigos, quienes seguían admirando los regalos. Mahad, Ishizu y Marik llegaron hasta donde estaban ellos y saludaron a Atem con una reverencia antes de dirigir su atención a Joey.

— ¿Preparado para enfrentar el poder oscuro del antiguo Egipto otra vez? —Bromeó Marik pasando un brazo sobre los hombros de Joey.

— ¿Qué dices? Estoy listo para regresar la oscuridad a donde vino. Esta vez, tengo mucha confianza en que voy a ganar.

Atem soltó una risa al escuchar a sus amigos y se permitió disfrutar un poco más de la discusión en la que Marik y Joey se habían sumido, jamás imaginó que sería posible ver al pequeño Ishtar bromear tan confianzudo con su propio círculo de amigos, ahora que la familia Ishtar estaba viviendo en Dominó y sabiendo que el más pequeño entraría a la misma preparatoria que ellos, no podía esperar a ver las aventuras que tendrían.

Pero primero debía enfrentar a su destino de nuevo.

Suspiró cuando vio a Kaiba subir a un estrado improvisado, portando el cetro del milenio en una mano. Él, Ishizu y Mahad abrieron los ojos por la sorpresa al darse cuenta de que el dragón blanco que sobrevolaba la arena era un dragón real invocado por la magia del cetro. Ishizu tuvo que detener a Mahad por el brazo para que no subiera al estrado, y aunque Kaiba paseó la mirada por todos los presentes, al final le dedicó una sonrisa déspota a Atem entre los duelistas antes de dar el discurso de apertura.

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7 Mou hitori no Yugi

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Judai tuvo que controlarse con todas sus fuerzas cuando se enteró de que el arcade había abierto sus puertas para la venta de cartas, recordaba las noticias de aquel evento como algo épico en la historia del duelo de monstruos en la ciudad de Dominó, aunque sabía que, en esos momentos, había otras prioridades. Suspiró cuando se percató de que Yusei tenía una mirada cargada de frustración, como si buscara desesperadamente algo.

El regreso de las sombras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora