18.-Syncro shokan

1.3K 96 25
                                    

Atem se removió un poco en la cama, abrazándose con fuerzas al cuerpo de Yugi, sonriendo y suspirando contra los cabellos del pequeño. El menor tenía la espalda pegada al pecho de su enamorado, sonriendo y aferrándose a los brazos del faraón, que se cerraban de forma posesiva y autoritaria sobre su cuerpo. Era de madrugada, pronto comenzaría a clarear el cielo y ellos tendrían que levantarse para prepararse para el duelo, pero no querían ni pensar en esos momentos. 

Atem aflojó el agarre y comenzó a trazar círculos sobre la piel de su hikari, deleitándose en el contacto con la piel desnuda del menor, disfrutando sentir cómo se enchinaba en cuanto pasaba sus dedos por ella. 

—¿Estarás preparado para pelear? —Murmuró Atem suspirando profundo, a sabiendas de que no podía evitar mucho más el tema. 

—¿Y tú? 

—Yo no quiero que tú pelees... —Admitió el faraón cerrando su agarre sobre Yugi, atrayéndolo un poco más cerca de sí. —Temo por tu vida, por tu seguridad, no voy a soportar verte de nuevo sumido en el reino de las sombras. 

—Gracias por el voto de confianza. —Soltó el menor, divertido, encarando al faraón y pegando su frente a la de él. —Yo también temo por ti. Pero en este momento lo único que podemos hacer es alentarnos el uno al otro.

—Mis dioses saben que si algo te pasa, yo mataría.

Yugi sonrió enternecido. 

—No sé si sería capaz de matar, pero...

—No, lo sé. —Murmuró Atem cuando Yugi ya no pudo agregar nada más. 

Besó la frente del menor y se abrazó con fuerzas a su cuerpo, perdiéndose unos minutos más en la somnolencia y el cansancio. Total, tenían hasta las seis de la tarde para llegar.

.

18.-Syncro shokan

Por cierto, por poco y me olvido. Yuuki_Kou mil y un Gracias por ayudarme con el duelo de Yusei vs Insector, todo el crédito de ese duelo le pertenece a esa gran escritora y querida Amiga (además de madrina en el starshipping), porque sin ti, estas historias no serían posibles.
Te amo ❤️

.

Mokuba había llegado en la limosina a las cinco de la tarde. Llevaría a Yusei, Judai, Yugi y Atem hasta la entrada del evento y luego se retiraría para coordinar lo que hiciera falta. Al final, Kaiba también estaba peleando aquella batalla. 

—Mantente lejos. —Pidió el faraón con aires sombríos, dedicándole a Mokuba una mirada larga cuando el vehículo se estacionó cerca de la entrada. —Está vez no puedo prometer proteger a nadie, no sé con qué armas de Aknadin nos enfrentamos justo ahora, así que mantén la distancia.

—Lo haré. —Prometió el muchacho con una sonrisa y el corazón encogido. 

Yusei miró por la ventana polarizada y frunció el entrecejo al percatarse de la cantidad de gente que había dispersa por todo el lugar, descubrió algunos rostros famosos del duelo de monstruos de la historia y se percató de una peculiaridad en los discos de duelos. 

—Atem-San. —Llamó sin despegar la mirada de los duelistas, percatándose de que algunos tenían en la frente el ojo del milenio. Aunque para él era notorio, había aprendido a distinguir las insignias espirituales del mundo material. 

—Lo veo. —Dijo el aludido suspirando. 

—Sus discos de duelo... —Murmuró Judai confundido. 

Yugi tragó saliva. 

—¿Son...? 

—DiaDhank. —Sentenció Atem observando a los duelistas.— Aknadin debe haber sometido la voluntad de algunos duelistas, esto no será sencillo si están hechizados para convocar los duelos de las sombras. 

El regreso de las sombras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora