𝙸 𝚗𝚎𝚎𝚍 𝚞.

4.- Promise.

La noche anterior ni siquiera pude dormir, estaba realmente emocionada. Ella estaba ahí en mi fotografía apenas podían distinguirse algunos rasgos de su rostro pero se que sigue siendo igual de hermosa que antes, lo sé y eso jamás va a cambiar.
Volví nuevamente a esa pequeña partecita de la ciudad se llamaba "Mágico" y la verdad es que sí era mágico, ahora lo pensaba y no iba a cambiar de parecer. Llegue realmente temprano pues las pequeñas tiendas estaban comenzando a abrirse para iniciar su jornada laboral.
Entre a una tienda de pan artesano, no había desayunado absolutamente nada por la emoción de venir aquí. Así que él hambre hacía sí pequeña aparición aquí.

Salí con un rico pan relleno de delicioso chocolate e humeante, se veía tan tentador, tan delicioso. Lo comí mientras caminaba a los alrededores esperando ansiosa a que mi pequeña apareciera y por qué no, preguntaría a alguna persona local para averiguar si ellos sabían o habían visto algo de ella. Me aproxime a un señor de edad avanzada que comenzaba a acomodar unas pequeñas flores afuera de su local de perfumes.

— Hola. Buenos días.

— Oh, buenos días jovencita. ¿Buscabas algún perfume en especial?

— No, no, me gustaría preguntarle algunas cosas si es que tiene tiempo. Claro.

— Que peculiar jovencita. Adelante, entremos a mi local y podremos hablar tranquilamente.— Se acercó a su local y espero para darme una seña de que entrará primero, con gusto accedí.— Ahora si, ¿qué deseas preguntarme?

— Bueno.— Saque mi teléfono.— Conoce o a visto a esta chica, de verdad es importante que la encuentre.— Le mostré una fotografía de Any.

— Oh, ¿Anylie?.— ¡bingo!.— Oh esa pequeña.

— Sí, sí, ella, ¿la conoce?.— Lo mire con un dejo de deseo.

— Sí, ella es tan bonita, tan adorable, vulnerable y está pasando por un horror de vida pero siempre tiene una sonrisa en su rostro, viene con frecuencia aquí. Siempre compra un perfume de frutillas, le encanta comer deliciosas ensaladas en la tienda de al lado y tome el aire en el puente.

— Genial.— Sonreí.— ¿A qué hora puedo encontrarla?

— Cuando logra escaparse de su novio.

Auch, ¿novio?, ¿ya me había superado?

— ¿Novio?, perdón, escuche mal.

— No señorita, su novio es un idiota.

— Entiendo.

— Pero puede esperar aquí hasta las doce, esa es la hora aproximada en la que aparece por aquí, sí gustas puedes quedarte aquí.

— Muchas gracias.— Quería irme ya.— Le tomare la palabra señor.— Pero no podía quedarme con las ganas de saber por qué tiene novio.

— Llámame Alfred.

— Soy Angi.

— Oh, ¿tú eres esa Angi?, ¿la que le rompió el corazón a mi pequeña y dulce Any?

— Lamentablemente sí.— Forcé una sonrisa y el señor me observo, estaba ¿analizándome?

— Any me dijo que fuiste muy mala con ella y bueno no sé cómo ocurrieron realmente las cosas pero puedo ver que estás arrepentida verdad, ¿o me equivoco?