𝙸 𝚗𝚎𝚎𝚍 𝚞.

16.- Fancy.

Cuenta regresiva : 2/6

ANGI.

Sentí su cálida mano acariciarme la cintura, trazando líneas imaginarias inalcanzables, tallando mi cuerpo en un placer severo y haciéndome perder a la altura de su destello.
Me embellece con su aroma, sus besos, esos labios rosados que no solo me robaban besos, sentí su mirada fija en mis ojos, pidiendo un permiso, que era claro lo tenía. Comenzó su desenzo hasta mi intimidad, rozó mis piernas con sus labios y descansó en mi centro, movió su suave lengua haciéndome ver destellos, meneando mis caderas al igual que ella sus dedos, sentí el extasis recorrer mis venas y esa sensación de amor con solo verla. Era perfecta cada parte de ella era perfecta, me quedé atónita ante sus actos y solo podía gemir su nombre a cantos, ella seguía aumentando, subiendo mi ritmo cardíaco, mis gritos y mi mente se quedo en blanco.

Ella era todo para mí, mi vida, mi esperanza, absolutamente todo.
Su boca rosada dejó mi intimidad por unos momentos, subió dando besos a toques por mi abdomen y llegó hasta mis pechos, la vi mirarme nuevamente con esa mirada cargada de lujuria y deseo pero incluyendo el amor. Lo sabía, ella me ama incluso más que aquel día.
Puso su boca dorada en mi pezon derecho, trazo un círculo a su alrededor con su fina lengua y lo metía a su boca para succionarlo a penas. Me tenia delirando, fue aún más cuando sentí los círculos que trazó en mi clítoris con sus dedos, los movía lento, miéntras seguía con mis pechos, entre jadeos llenos de lujuria pude pronunciar un te quiero, que de no ser correspondido con la palabra "Te quiero", se selló con un lindo beso.

Mis piernas se estremecen de tanto placer en mi cuerpo, fue inclusive inevitable no correrme en el momento, sentí mi liberación que a ella llenaba de exitacion y fue entonces cuando vi como sus dedos manchados de mi interior eran llevados a su boca, tomando así, cada gota de mi cuerpo. Dando por iniciada la segunda vuelta que sería ahora su más gratificante desvelo, pues haría que las estrellas no solo estén en el cielo, sino que las sienta, dentro de nuestra habitación y estás guarden el secreto, de todo el amor que está noche hemos de derrochar entre unas sábanas blancas que son manchadas por el más lindo y sensual, acto de amor impreso.