𝙸 𝚗𝚎𝚎𝚍 𝚞.

7.- ¡Vamonos!

Maratón 2/7

ANGI.

Desperté gracias al ruidoso sonido del teléfono, con pesar lo tomé y deslicé mi dedo para contestar la llamada.

— Hija.

— ¿Qué quieres?, ¿acaso no fui clara?

— Necesito que me escuches...— Lo Interrumpí.

— No hace falta

— Claro que sí.

— No.

— Por favor hija.

— ¿Qué quieres padre?

— Verte.

— Ajá

— Lo digo en serio Angi, por favor, ven a cenar mañana.

— No.

— Vamos, tu hermano tiene un asunto que decirnos.

— Me importa poco lo que ese niño mimado tenga que decir.

— Tiene una relación.

— Y yo no papá. Así que déjalo de lado.

— Sólo esta vez.

— Bien.

— Mañana, 7:40 p.m

— Claro.

— Hija...

— ¿Sí?

— Te amo.

Tome una bocanada de aire, no sabía que responder, siempre era un hombre frío, aún recuerdo como siempre era obligada a aprender danza y nunca me gusto, era obligada a ser la hija perfecta y toda esa basura cansa.

— Y yo a ti, papá.

— Nos vemos mañana, buen día.— Colgué la llamada, escucharlo calmaba un poco mi alma pero no siempre.

Me levante de la cama con pesar y fui a la cocina un poco de aire y un buen desayuno me animaría incluso más de lo que me hizo esa llamada. Coloque música mientras hacía panqueques bailaba al son de una pegadiza canción.

. . .

Me aliste para salir a correr, estaba pensando tanto en Any, tal vez iría a Mágico y conseguir su número con Alfred, seguro él me lo pasaría.
Llegue al pueblito y entre directo a la tienda de perfumes, ahí estaba ella.

— Any.— Se giró lentamente.

— A-angi..

ANY.

Hablar con Alfred era divertido me hacía olvidar como me trataban de basura en casa o más bien, como Pade me trataba. Estábamos hablando de Magda, últimamente se le insinuaba a Alfred pero el pobre estaba muy nervioso como para hablarle. Tan entrada en la plática hasta que escuche el sonido de la puerta y permanecí en silencio esperando a que Alfred atendiera y así poder retomar nuestra charla.

— Any.— ¿Angi?, ¿que hacía aquí?

— A-angi...— Corrió a abrazarme, mariposas, no de nuevo.