𝙸 𝚗𝚎𝚎𝚍 𝚞.

21.- Poco a poco.

ANGI.

Una de las cosas que una persona desea en su vida es conocer el amor, destacar en la vida por su romance de cuento perfecto e historia de amor verdadero, pero es bastante común que no sea así la mayor parte del tiempo. Si bien la vida es hermosa, lleva una jugada bastante traviesa que en ocasiones nos hace rendir, una persona valiente, sobrevive a ellas y va hacia adelante así sea la última cosa que haga, esa persona valiente soy yo, cuyo temor era más fuerte que la verdad y sucedió ser algo contrario.

Estoy realmente feliz de ser una persona plena en amor, en cariño y vida, solo con tenerla a mi lado, esa pequeña chica rara, que a veces es poco pretenciosa y le encanta exhibir nuestro amor a las personas. Pero estoy segura que no lo hace con malicia, sino con inocencia pulcra.
Hoy será uno de los muchos días a su lado en los que seré más feliz en mi vida, si soy sincera jamás había visto hacia adelante en mi vida, reflejando este precisó momento en ella.

Según yo, este ciclo ya estaba perdido pero es inevitable que sea así, pues yo lo tome, lo adopte, y adore hasta este momento.

- ¿Estas lista hija?

- Jamás estaré lista para emociones tan grandes, papá. Sólo se que estoy segura de querer hacerlo. Yo estoy segura de que la amo y de estar haciendo lo correcto.

- Se que es así, linda.

- Gracias por estar aquí, viejo.

- Que amable señorita.

- Lo siento. ¿Me veo linda?

- Preguntas cosas muy obvias, te ves hermosa, tu vestido es tan bello.

- Lo sé, siempre soñé con un vestido de princesa, esponjoso y bonito, igual odio el romance cliché, pero de ves en cuando no es tan malo.

- No lo es, pequeña. Te queda hermoso.

- Gracias papá.

Escuche esa hermosa pieza de piano ser tocada y con ella, el inicio a mi entrada hacia el salón, para por fin unirme en cuerpo y alma a la mujer que yo más amo en mi vida.

- Muy bien, hija, ¿lista?

- Lista.

Comenzamos a avanzar lentamente, sintiendo mi corazón en cada pisada, recordando como pude acercarme a ella, en aquel baño, ese día en una fiesta, en la cual llevaba un hermoso vestido que era tan perfecto como ella misma.
Por fin llegue al altar, ese pequeño pero muy hermoso altar, con flores no muy obstentosas, con adornos preciosos, suspiré y cerré mis ojos, analizando con claridad este momento. Respire profundo y sentí el beso de mi padre en mi mejilla, insitandome a voltear hacia atrás.

La vi, con su vestido corte sirena, pegado y detallando cada centímetro de su cuerpo. Siendo tan perfecta y pulcra a la vez. Haciéndome deleitar y suspirar a la vez. Era perfecta, me veía perdida en su mirada que al igual que yo, estaba con lágrimas, lágrimas de amor, de cariño inmenso.

- Te ves hermosa.- Hable con pequeñas gotas cayendo de mis ojos.

- No tanto como tú, mi pequeña bebé hermosa. Pareces una princesa.

- Tú ya eres mi reina.

- Y en unos minutos tu esposa.

- Te amo tanto Any.

- Yo te amo mucho más, Angi.

Un beso, pequeño, hermoso con mucho significado y adoración de ambas partes, un sello de amor verdadero.