𝙸 𝚗𝚎𝚎𝚍 𝚞.

11.- Dioses.

Antes de continuar, les debo una disculpa, prometí una maratón sin interrumpir y por cuestiones privadas (qué no tengo por qué contarlas xd), decidí no subir nada, ofrezco una sincera disculpa. Volverán las maratones antes de que entre a la escuela y mientras eso sucede, terminaré esta. Disfrútenlo.

Maratón 6/7

ANGI

Tenía que ser una jodida broma.

— ¿Qué haces aquí Any?, ¡responde!

— Yo, yo te dije que tenía que acompañarlo a una cena.

— Dime que el jodido imbécil ese no se llama Pade.— Mis ojos comenzaron a humedecerse con miedo.

— Si, es él. T-tú ¿l-lo conoc-ces?

— Bebé, no puede ser. ¡JODIDOS SEAN TODOS LOS DIOSES!

— Angi cálmate.

— Es mi puto hermano.

— ¿Qué?

— Sí, es mi hermano.

— Tiene que ser una broma, Angi.

— No, no lo es.

— Pero, pero..

— Quédate aquí, no salgas hasta que venga a buscarte.

Salí del baño hecha una furia, ese pedazo de basura humana, era el ser más despreciable del puto mundo, ¿cómo pudo hacerlo?, llegue al comedor y ahí estaba el jodido cerdo.

— Menudo hijo de puta.— Le golpee la entrepierna.

— Angi, cálmate hija.

— No papá, él es el enfermo que le hizo daño a Any. ¡LA VIOLÓ PAPÁ!, él lo hizo.— Tome un cuchillo de la mesa y lo coloqué en su garganta.— Tal vez creas que no merece la pena, pero prefiero verte muerto después de todo esto.

— ¡Cálmate Angi!

— Suéltame papá.— Forceje con él.— Jodido imbécil.

— Tranquilízate Angi, yo me ocuparé de esto, ¿entiendes mi niña?

— Papá no le hagas caso.

— Cállate bastardo.— Sentenció mi padre.

— Suéltame papá. No quiero estar un minuto más al lado de este imbécil.

— Esta bien pequeña.

— Te vuelves acercas a Any y te castro. Hijo de puta.

— Yo me encargaré de él, pequeña.

— Gracias papá.

Le di un beso en las mejilla, arregle mi vestido y salí a buscar a Any, por fortuna aún seguía ahí, cubriendo sus oídos y de rodillas en el suelo, seguro imagina que le haré daño. Mi pobre bebé.

— Vamos bebé.— La tome de los brazos.

Salimos de casa de mi padre, la hice subir a mi auto sin decir absolutamente nada y conduje a casa, ella merecía mucho más que toda esta mierda que le está pasando. Teníamos un cuento de hadas y llega este jodido brujo a arruinar la historia.
Llegue a casa, baje del auto y le di la vuelta hasta llegar a la puerta de Any.

— Vamos bebé, ya estamos en casa.

— No es casa.

— Sólo entra, no te haré daño.

— ¿Cómo estás segura de eso?

— Lo sé y ya. Vamos.— La tome del brazo y la hice entrar a la casa, deje las llaves en la mesa de la cocina y serví un vaso de agua.— Toma.

— No me gusta, gracias.

— Oh, cierto. Perdón.

— Descuida.

— Ya no volverán a lastimarte mi amor.— Me acerque a ella para abrazarla.

— Eso no lo sé.— Se separo de mí.

— Ya te lo dije, Pade no volverá a las..

— Lo digo por ti.

— ¿Por mí?

— Tú me lastimaste mas que nadie en este mundo.

— Pero no fue por qué quería, solo quería protegerte.

— Y no lo hiciste. Te fuiste, me dejaste sola.

— Any yo te amo.

— Tu familia me lastima. Tu propio hermano abusó de mi, ¿eso no es dañarme?

— Bebé te juro que es lo que menos quería.

— Pues no parece Angi.

— Pero lo es.

— Dame una oportunidad.

— No.

— Por favor, yo sé que me amas.

— ¡No te amo, entiéndelo ya!

— Mientes y ahora mismo te lo demostrare.