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Rojo.



Rojo... tibio.



Rojo... tibio... mojado.



Rojo... tibio... mojado... ardor.




Rojo... tibio... mojado... ardor... dolor.



















Oscuridad.









Aquello era lo único que Harry lograba recordar, ahora que se encontraba nadando en la inconsciencia podía tomarse el lujo de reparar en aquellas pequeñeces antes de que toda esa tragedia sucediera. Como en que era realmente raro que esos... ''artefactos'' pudieran hacerle tal daño. No era que se creyera invencible o que nada pudiera hacerlo daño; es solo que a lo largo de los años aprendió que tras las palizas del tío Vernon, sus heridas sanaban mucho más rápidamente gracias a su propia magia, era solo cuestión de horas, sin embargo, algo tenía ese cuchillo y aquel cinturón, sus heridas no sanaban y parecía que la carne abierta ardía con el solo contacto con el aire. Casi la sentía pudrirse.

Cada parte de su cuerpo ardía, aún en la inconsciencia podía sentirlo, y a la mente de Harry solo podía venirle preguntas, preguntas y más preguntas. ¿De verdad su tío disfrutaba torturándolo de esa manera? ¿Qué había hecho... Qué tenía él para que fuese tratado de ésa manera? ¿Qué clase de monstruo era él para merecer eso?

Fenómeno. Muere. Anormal. Muere. Deberías morir. Tu existencia es un error. Muere. Muere. MUERE.



Murmullos.






Murmullos en la puerta de su habitación.

Magia poderosa, también la sentía, una muy espesa, ¿Era ésa la magia de Dumbledore? ¡Pediría ayuda! Él podía salvarlo, tal vez si viera ésto por fin accedería a sacarlo de aquella casa.
Y cuando iba a gritar por auxilio lo oyó.

La voz de su salvador, de aquel que consideraba familia, la voz de la traición:



—No pueden herirlo de gravedad, al menos no mortalmente— y un escalofrío le recorrió la espina dorsal, ése no era Dumbledore, el amable director a quien pedía siempre consejos. A quien veía como un abuelo.—Harry no puede ser feliz, debe sufrir lo más que pueda, así no tendrá miedo a morir cuando llegue su hora— sus músculos se tensaron pero rápidamente volvió a relajarse, sintiéndose nauseabundo al escuchar al que creía su mentor diciéndole tales cosas a sus ''tíos''. ¿Todo esto ya estaba preparado? Si era así ¿Desde cuándo? ¿Desde su nacimiento? ¿Después? ¿O incluso antes? ¿Voldemort siquiera sabía cómo era Dumbledore? Supuso que sí, sino por qué tanto odio hacia él.




Harry escuchó el murmullo de risas en su mente.





—¿Y nosotros qué obtendremos a cambio?— preguntó Vernon, el joven decidió que ya no lo llamaría tío. Era un cerdo.


'Uno que debe eliminarse'



—Una parte de su herencia irá a ustedes cuando muera— respondió Dumbledore, como si estuviera hablando de sus jodidos caramelos de limón. ¿Acaso todo era por dinero? ¿Por poder? Apenas era el primer día de su llegada a ''casa'' ¿Ésto seguiría así todo el verano? Simplemente quería morir.

—¿Cuándo será eso?— volvió a preguntar el hombre obeso, hubo un breve momento de silencio.

—Quizás cuanto tenga 17, a lo sumo cuando tenga 18 años, no pasará de ello, me encargaré de eso— otro escalofrío, no entendía como ése hombre pudo hablarle con tanta calidez en el pasado. Pero todo había sido una mentira.

MetamorfosisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora