N/a: otro aviso más, en el capítulo habrá narración sobre celebraciones paganas, toda mi investigación de ello está allí, entré a varios foros e incluso las recetas que aparecen son sacados de ellos. También.... adoro cuando Hannibal habla Lituano, hay pocas palabras pero sus significados estarán en paréntesis (..), de verdad no entiendo cuando ponen hasta el final del capítulo el significado, pierde todo el sentido. Hay mención de medicamentos, hice la tarea y lo que se menciona de ellos también es verdad, así que desearía no llegar a ver comentarios como ''ése medicamento no sirve para tal mierda...'' por que sí lo puse es porque sí, fin.
Acto III: Potage.
Parte 1: De las verdades encontradas, de las esperanzas perdidas.Bedelia du Maurier era una mujer seria, elegante e inteligente; había muy pocas cosas que realmente podrían sorprenderla. Tenía una perfecta máscara -según ella- para sus emociones. Sin embargo, cuando visitó la casa del único paciente que optó por ignorar su retiro no pudo sino sentirse de esa manera; sorprendida, por que la puerta no había sido abierta por Hannibal Lecter, el paciente del cual tenía tanto temor como interés. Los ojos del niño frente a ella eran de un hermoso y brillante verde que estaban llenos de cariño, o al menos eso fue hasta que cruzaron miradas.
Un repentino dolor de cabeza la golpeó pero pudo controlarlo muy bien. Y cuando volvió su mirada al menor frente a ella, ya no había nada de aquella calidez de cuando abrió la puerta, es más, su mirada era aterradoramente parecida a la del médico.
—Estoy seguro de que usted no tiene ninguna cita con el Dr. Lecter, Sra. Du Maurier— la voz del chico era plana, sin emociones sin embargo había cierta aversión hacia su persona mezclada en todo el tono, los ojos y la postura del niño.
—Yo soy...— no pudo terminar, Harry levantó una de sus cejas divertido.
—Su psiquiatra, lo sé. Sin embargo no fui informado de alguna cita para hoy. Por lo que me sorprende su repentina presencia en ésta casa— la mujer no dijo nada, repentinamente se sentía humillada por este... niño. Sus labios se curvaron hacia abajo en signo de asco, no sabía quién era el mocoso, pero era impertinente y desagradable, muy desagradable.
—Espero que no estés siendo grosero con la Sra. Du Maurier, Harry— la voz de Hannibal se escuchó y la rubia dio un saltó asustada, no lo había escuchado llegar.
—Por supuesto que no, sin embargo no me avisate que vendría y sabes que tengo miedo de dejar entrar a cualquiera cuando no estas en casa, papi— los labios de Hannibal se curvaron hacia arriba, Bedelia observaba todo bastante sorprendida, ¿El mocoso insolente había dicho 'papi'? La sonrisita de suficiencia que le mandó el niño lo confirmó. Sin embargo el momento de las sorpresas no había terminado, pues apenas el hombre mayor había abierto los brazos el chico salió corriendo; casi tirando a la mujer para abrazar al médico.
—Bienvenido a casa— ahora se escuchó la voz de Abigail, quien había salido a mirar por qué Harry tardaba tanto.
—He vuelto, Abigail. Mis disculpas Bedelia, déjame presentarte a mis hijos, Abigail y Harry Lecter— las sonrisas de ambos chicos eran tan oscuras en esencia, eran tan parecidos los tres.
—Niños, ella es la doctar Bedelia Du Maurier— los menores asintieron en su dirección y Harry aún permanecía entre los brazos de su padre.
—Un placer— dijo sin realmente sentirlo la mujer, Abigail arrugó la nariz pero no dijo nada, todos ingresaron a la casa donde los chicos fueron directo a la sala y Hannibal y Bedelia marcharon a la cocina.
—No me gusta— Harry hizo una verdadera mueca de asco y sus ojos se pusieron un tono más amarillento, agradeció que su hermana no lo haya notado.
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Metamorfosis
FanfictionCada parte de su cuerpo ardía, aún en la inconsciencia podía sentirlo, y a la mente de Harry solo podía venirle preguntas, preguntas y más preguntas. ¿De verdad su tío disfrutaba torturándolo de esa manera? ¿Qué había hecho... Qué tenía él para que...